Después de que la Casa Blanca haya matizado las polémicas declaraciones del presidente Donald Trump sobre convertir la Franja de Gaza en la "Riviera de Oriente Medio", el magnate vuelve. En una publicación en su red social, Truth Social, Trump ha insistido en afirmar que Israel entregará Gaza a los estadounidenses cuando acabe su ofensiva en el terreno. "La Franja de Gaza sería entregada a los Estados Unidos por Israel al acabar los combates", se ha reafirmado. Sin embargo, ha cerrado la puerta a desplegar soldados estadounidenses en la zona, como apuntó inicialmente.
"Los palestinos, gente como Chuck Schumer (senador demócrata que profesa el judaísmo), ya habrían sido reasentados en comunidades mucho más seguras y bellas, con casas nuevas y modernas, en la región", ha asegurado el magnate, quien no ha acotado a qué se refiere con "en la región". Anteriormente, el presidente republicano había apuntado que los palestinos tendrían que ser trasladados a países vecinos como Jordania o Egipto, propuesta que los dos estados rechazan.
Trump continúa su publicación con su habitual tono grandilocuente: "Los Estados Unidos, trabajando con grandes equipos de desarrollo de todo el mundo, empezarían lentamente y con cuidado la construcción de lo que se convertiría en uno de los mayores y más espectaculares desarrollos de este tipo en la Tierra". Aunque con este nuevo posicionamiento el presidente republicano se reafirma en su plan inicial, cierra una puerta que había dejado abierta: desplegar tropas de los EE.UU. en la zona. "No serán necesarios soldados estadounidenses. La estabilidad en la región reinará", ha concluido.
Los planes de Israel después de la propuesta de Trump
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha ordenado este jueves al Ejército que prepare un plan para permitir la salida de los civiles que pretendan abandonar la Franja de Gaza. "Se debe permitir que la gente de Gaza disfrute de la libertad de movimiento y la libertad de inmigrar, como es costumbre en todo el mundo", ha sostenido Katz. De momento, los únicos detalles que han trascendido de este plan es que Israel habilitará varias opciones de salida para los gazatíes, entre ellas los cruces terrestres, pero también por mar y aire a través de "acuerdos especiales". El ministro ha apuntado que están trabajando en otra propuesta "que tardará muchos años en completarse" para la reconstrucción de una "Gaza desmilitarizada, libre de amenazas en la era posterior a Hamás".
Si bien desde el gobierno de Benjamin Netanyahu se vende esta iniciativa como algo voluntario, buena parte de la comunidad internacional lo denuncia como un desplazamiento forzado. "¿Qué hay de malo en permitir a los gazatíes que quieran marcharse que se vayan? Se pueden marchar, pueden después volver, pero se debe reconstruir Gaza…", ha sostenido Netanyahu.