Los cinco primeros días de Donald Trump como presidente de Estados Unidos han estado llenos de cambios y nuevas medidas restrictivas. Este viernes, dos nuevas órdenes de Trump han revocado las normas de la administración Biden sobre el derecho al aborto. El magnate recupera las políticas previas con la intención de restringir y limitar más el derecho a la interrupción del embarazo, que en Estados Unidos ya está prohibido a casi la mitad de estados. Trump ha ordenado cortar los fondos federales dirigidos a financiar o promover los abortos electivos. La orden ejecutiva señala que desde hace 50 años el Congreso ha promulgado anualmente leyes que impiden una financiación federal a la interrupción voluntaria del embarazo, y que durante la presidencia de Joe Biden no se ha respetado. En este sentido, apuntan que se pone fin a "el uso forzoso del dinero de los contribuyentes federales para financiar o promover el aborto electivo".
Trump y el aborto
Donald Trump ha revocado dos órdenes ejecutivas del gobierno demócrata. Una de ellas, de julio de 2022, un mes después de que el Supremo estadounidense, de mayoría republicana, revocara la protección federal al aborto que había desde 1973 y dejara en manos de los estados la política sobre esta cuestión. Desde entonces, actualmente el aborto es ilegal o está severamente restringido, sin excepciones para casos de violación o incesto, en 23 de los 50 estados de Estados Unidos, según el Center for Reproductive Rights (CRR), una organización que defiende el derecho al aborto. La administración Biden había permitido el uso de fondos federales en este objeto en 2022. Con el escenario de una "crisis sanitaria" el gobierno federal estaba tomando medidas para proteger la prestación de servicios sanitarios y promover el acceso a servicios críticos de salud reproductiva, incluido el aborto. El segundo decreto, de agosto del 2022, va en la misma línea.
La Casa Blanca ha apuntado en la nueva orden ejecutiva que el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto promulgará directrices a los jefes de departamentos y agencias ejecutivas relacionadas con la implementación de los acuerdos ahora. Trump ha firmado también otra orden ejecutiva que restablece la política antiabortista llamada "Mexico City Policy", que prohíbe que se destinen fondos federales a organizaciones no gubernamentales extranjeras que practiquen o realicen abortos. La política —instaurada por el expresidente Ronald Reagan en 1984— ha sido rescindida cada vez que ha gobernado a un presidente demócrata y ha sido restablecida con el retorno de un republicano a la Casa Blanca. Biden la eliminó y ahora Trump la recupera. Los opositores la consideran como un "orden de la mordaza global" porque dicen que silencia a los defensores del aborto. Trump justifica el retorno de esta medida "para garantizar que los dólares de los contribuyentes estadounidenses no financien organizaciones o programas que secunden o participen en la gestión de un programa de abortos coercitivos o esterilización involuntaria".
Marcha antiaborto en Washington
Los anuncios de Trump coinciden con la marcha anual contra el aborto que se celebra en Washington desde hace décadas. A través de un mensaje grabado reproducido en una pantalla gigante, el nuevo presidente estadounidense ha prometido dar apoyo los activistas contra el aborto durante los próximos 4 años. "En mi segundo mandato, volveremos a defender con orgullo a las familias y los derechos de los no nacidos, protegiéndoles de los ataques de la izquierda radical contra las iglesias", ha afirmado. "Protegeremos los avances históricos que hemos conseguido y detendremos el impulso demócrata radical por un derecho federal al aborto ilimitado bajo pedido, hasta el momento del nacimiento e incluso después". Estas afirmaciones de Trump han llegado después de que indultara a 23 antiabortistas procesados bajo la administración Biden.
La manifestación de organizaciones y ciudadanos en contra del aborto se empezó a celebrar en 1973, después de la decisión del Tribunal Supremo Corroe v. Wade, que protegieron el derecho al aborto, y cada año reúnen miles de activistas en los Estados Unidos que desafían el frío y llenan la Explanada Nacional con todo tipo de imágenes y consignas contra la interrupción del embarazo. En el desfile de este año, se han visto en miembros del grupo supremacista blanco estadounidense y neonazi "Patriot Front", ondeando banderas e imágenes religiosas. Una presencia que no ha gustado a algunos manifestantes.