El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue escogiendo a gente de su entorno y confianza para puestos claves de la gobernabilidad del país, al margen de su experiencia en los ámbitos requeridos. El magnate está tratando de poner a algunos de sus más fieles seguidores en posiciones para que puedan reformar algunas de las bases del sistema estadounidense. En esta línea ha anunciado que intentará reemplazar al director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) con Kash Patel, que ha llegado a decir que el cuartel general de la organización se tendría que cerrar y que el sistema de información clasificada del país es una herramienta de "el estado profundo".

Patel reemplazaría a Chris Wray, elegido por Trump en el 2017 para un mandato que tradicionalmente dura 10 años, en sustitución de James Comey. La polémica designación tiene que ser confirmada por el Senado y podría provocar críticas de representantes de las fuerzas del orden y del FBI, ya que Patel ha abogado por purgar elementos del "estado profundo" señalando a las mismas fuerzas de seguridad.

Trumpista hasta la médula

"Kash es un abogado brillante, investigador y luchador del America First que ha dedicado su carrera a exponer la corrupción, defender la Justicia y proteger el pueblo norteamericano", ha firmado el presidente electo a través de la red social, Truth Social. El mismo Trump también ha destacado que Patel se ha mostrado muy crítico del que él llama el "bulo ruso", en referencia a la injerencia del Kremlin a las elecciones del 2016, y ha sido un "abogado de la verdad".

Trump sostiene que el FBI que construirá Patel "pondrá fin a la creciente epidemia de crimen en los Estados Unidos, desmantelará las bandas de crimen migrantes y parará el malvado del tráfico de drogas transfronterizo". Hace falta recordar que la agencia también se encontrará sotas las órdenes de su nominada a fiscal general, Pam Bondi, que también tiene que superar el proceso de confirmación en el Senado.

Patel es muy popular entre las bases de Trump al esposar ideas contra el poder del Estado en libros como Gobierno de Gánsteres, en el que pide decapitar a todo el FBI, o el libro infantil Conjura contra el Rey, en qué trata de explicar a las audiencias más jóvenes las investigaciones en la campaña de Trump por posibles contactos con enviados del Kremlin en el 2016, que él ha criticado profusamente.

Trump ha mostrado su oposición a Wray y ha sugerido que tendría que dimitir si no quiere ser despedido. Trump se deshizo del anterior director del FBI, enfadado por su insistencia en investigar algunos de los miembros de su campaña por sus vínculos con Rusia.