Donald Tusk se ha convertido este lunes en el nuevo primer ministro de Polonia después de perder Mateusz Morawiecki, candidato ultraconservador a primer ministro del partido que ha gobernado Polonia desde 2015, la votación de confianza que afrontaba en el Parlamento este lunes. La candidatura de Morawiecki, que ha presentado esta mañana al Parlamento un programa de gobierno abocado al fracaso por no contar con la mayoría necesaria, ha sido rechazada por 266 votos en contra y secundada por solo 190 diputados. Solo los miembros del partido del mismo Morawiecki y los ultranacionalistas de Confederación han planteado preguntas después de la intervención del hasta ahora primer ministro, mientras el resto de los diputados se han abstenido de replicar desde la tribuna para abreviar en la medida del posible la duración de la sesión.
Se desbloquea así el punto muerto político en que se encontraba Polonia desde las elecciones del pasado 15 de octubre, en los cuales el partido de Morawiecki obtuvo mayoría simple y ha dirigido un gobierno en funciones con los días contados, dada la mayoría absoluta que tiene la alianza de la oposición. En todo el país se sigue con gran interés un cambio de poder que liquida una etapa euroescéptica y ultraconservadora que ha durado dos legislaturas. Desde Varsovia se ha seguido en directo la sesión al Parlamento donde Tusk ha tumbado a los ultranacionalistas. El nuevo Gobierno de Tusk estará compuesto por una alianza de centro liberal que incluye a Coalición Cívica (PO), el Partido Liberal (PL), la Unión de la Libertad (UW) y el Partido Campesino Polaco (PSL). La coalición cuenta con 269 diputados en el Parlamento, lo cual le otorga una cómoda mayoría absoluta. Tusk ya fue primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014.
La comparecencia de Morawiecki este lunes en el Parlamento ha escenificado el final de una etapa de ocho años en que Polonia ha sido testigo de una polarización política sin precedentes y de un ejercicio del poder opaco a la sensibilidad de gran parte de la sociedad polaca, cosa que ha quedado patente en la imposibilidad de Morawiecki para atraer a ningún aliado para formar coalición. Finalmente, la hasta ahora oposición ha conseguido hacer caer el poder vigente y ahora se abre una nueva etapa para Polonia.
La llegada de Tusk al poder ha sido recibida con satisfacción por la Unión Europea y la OTAN. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha felicitado Tusk con un mensaje en X (antiguo Twitter). "Su experiencia y su firme compromiso con nuestros valores europeos serán valiosos para forjar una Europa más fuerte, en beneficio del pueblo polaco. Espero trabajar con Usted, empezando con el importante Consejo Europeo de esta semana", ha escrito Von der Leyen.