Las afirmaciones de la oposición surcoreana sobre la posibilidad que el presidente, Yoon Suk-yeol, se haya fugado han llevado este martes a la policía a asegurar que está tratando de averiguar dónde está exactamente. Un hecho que envuelve todavía más la caótica situación que rodea la posible detención.
Mientras tanto, los letrados de Yoon han insistido en que consideran que las vías para parar al mandatario con motivo de su declaración de la ley marcial en diciembre no están respetando la legalidad. Un mantra que han repetido sus seguidores, congregados nuevamente fuera de su residencia, donde las autoridades planean entrar nuevamente para intentar arrestarlo después de un primer intento que fracasó el viernes.
¿Dónde está el presidente de Corea del Sur?
La principal formación opositora, el Partido Democrático (PD), empezó a poner énfasis en una posible huida cuando el martes el director de la Oficina para la Investigación de Casos de Corrupción para Altos Funcionarios (CÍO), Oh Dong-won, ha indicado que no sabía específicamente dónde estaba Yoon y habría asegurado que "se estudian varias posibilidades" al ser preguntado por una eventual huida. La insistencia ha hecho que la policía saliera al paso e indicara que tiene constancia que el presidente estaba en su casa a principio de semana y que está intentando confirmar donde se encuentra actualmente. Tanto el equipo de abogados de Yoon como la Oficina Presidencial desmintieron las acusaciones, indicando que el presidente se reunió con su equipo legal el martes por la noche y que continúa en su casa.
Ahora bien, Yoon no está encaminado a aceptar todo lo que está pasando a su alrededor. Los letrados que representan al presidente han insistido nuevamente que solo la Fiscalía, y no el CIO, tiene competencia para investigar Yoon por supuesta insurrección y que el tribunal que autorizó y después prorrogó la orden para arrestarlo tampoco no tiene jurisdicción para hacerlo.
Estas argumentaciones ponen nuevamente de relieve las discrepancias entre la oficina anticorrupción y el ministerio fiscal y los dos principales partidos, que parecen reconocer solo como legítimas las instituciones que han puesto de pie o defienden sus intereses, una actitud fruto de un sistema político cada vez más cuestionado para incitar la política vengativa y nunca los consensos.
Está precisamente en los tiempos en que Yoon Suk-yeol fue fiscal general cuando se origina la discordia entre Fiscalía y el CIO, organismo establecido por el anterior gobierno liberal en el 2021. El ente, que se fundó para amojonar las competencias de la Fiscalía a la hora de investigar altos cargos públicos, se considera una revancha del PD contra el mismo Yoon a cuenta de su investigación contra el entonces ministro de Justicia que desembocaría en su dimisión. Y en última instancia también a la del ahora presidente, que se afilió entonces con el conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP).