Dos activistas del movimiento climático Restaurar Pantanales (Återställ Våtmarker en sueco) han vandalizado un valioso cuadro del reconocido pintor francés Claude Monet en el Museo Nacional de Estocolmo. La acción tenía como objetivo llamar la atención sobre la crisis climática y su impacto en la salud, específicamente en relación con la pérdida de pantanales en Suecia. Los activistas, identificados como una enfermera y una estudiante de enfermería, utilizaron pintura roja para manchar el cuadro conocido como "El jardín del artista en Giverny". Posteriormente, se han enganchado al cristal protector que resguardaba la obra de arte. Según el movimiento Restaurar Aiguamolls, su intención era poner de relieve el vínculo entre la crisis climática y las enfermedades relacionadas con el calor, que se convierten en un problema cada vez más grave.

La portavoz del movimiento, Roxy Farhat, ha explicado a la cadena de televisión pública sueca SVT que la acción tenía como a propósito llamar la atención sobre el hecho de que la crisis climática "también es una crisis sanitaria". Farhat ha subrayado que el cuadro de Monet se encontraba "intacto" y que el objetivo principal era generar conciencia sobre las consecuencias de la pérdida de zonas húmedas en Suecia. Las activistas fueron detenidas por la Policía sueca en el lugar de los hechos. En un vídeo publicado por la organización a su perfil de Twitter, se puede observar a las activistas llamando consignas como "La situación (climática) es aguda" y "nuestra salud está amenazada", mientras permanecen adheridas en el cristal protector.

Por otra parte, el portavoz del Museo Nacional, Por Hedstrom, ha condenado enérgicamente el acto de vandalismo y afirmó que "el patrimonio cultural tiene un gran valor simbólico y es inaceptable atacarlo o destruirlo, independientemente del propósito". El cuadro de Monet ha sido sometido a una evaluación exhaustiva por los conservadores para determinar si ha sufrido algún daño.

Este incidente ha reavivado el debate sobre las medidas necesarias para preservar las zonas húmedas en Suecia y la urgencia de abordar la crisis climática de manera efectiva. Los activistas han puesto de manifiesto la necesidad de actuar rápidamente para evitar un mayor deterioro de estos valiosos ecosistemas y sus impactos en la salud humana. En los últimos años, la pérdida de pantanales en Suecia ha sido motivo de preocupación tanto en el ámbito nacional como internacional. Estos ecosistemas ejercen un papel fundamental en la regulación del clima, la conservación de la biodiversidad y la protección contra las inundaciones. Además, proporcionan hábitats vitales para numerosas especies y contribuyen a mejorar la calidad del agua.