Alrededor de 2.000 inmigrantes de origen subsahariano han intentado entrar en Melilla este miércoles en el salto a la valla fronteriza más numeroso en años, y varias decenas de ellos han logrado su objetivo, según fuentes policiales. En declaraciones a los periodistas, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha informado de que este intento de entrada se ha producido en torno a las 9:30 de la mañana, a plena luz del día, en un tramo de la valla de bastante extensión al ser "un número tan elevado" de inmigrantes. Aunque las fuerzas marroquíes han intentado frenar el salto y la Guardia Civil se ha activado de inmediato, varias decenas de subsaharianos han conseguido entrar a Melilla y se han dirigido a la carrera al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que actualmente registraba una baja ocupación de apenas medio centenar de personas.
La reacción del Gobierno
La delegación del Gobierno en Melilla ha asegurado en un comunicado que la entrada se ha producido con mucha violencia "empleada por los migrantes, que iban provistos con garfios, palos y tornillería en los zapatos y que se han dedicado al lanzamiento de piedras, que ha supuesto que rebasarán a las fuerzas de seguridad marroquíes que trataban de impedir su llegada al vallado". A pesar de eso, el gobierno indica que el amplio dispositivo de la Guardia Civil, que ha contado con la colaboración de la policía española, "ha neutralizado en gran parte el numerosísimo grupo de personas que ha intentado acceder a nuestra ciudad". Explican, además, que el salto se ha producido por las inmediaciones del arroyo de Villa Pilar y que la Policía Local de Melilla ha colaborado con el corte de la carretera. Además, añaden que en la contención del salto tres guardias civiles han resultado heridos, en principio de consideración leve, y tres subsaharianos han sido atendidos por heridas leves a pie de valla.
A las once de la mañana aún quedaban algunos subharianos subidos a la valla, aunque la situación estaba ya controlada y se esperaba poder expulsarlos en poco tiempo. En paralelo, los dispositivos de acogida en la Ciudad autónoma trabajan a pleno rendimiento. Lo peculiar de este asalto masivo es que se haya producido a plena luz del día, cuando lo habitual es que se produzcan sobre las seis de la mañana, cuando los inmigrantes saben que hay cambio de turno, según explica un periodista del ABC.