Dos ministros británicos han dimitido y han agudizado la crisis del gobierno de Boris Johnson. Se trata de los ministros de Economía, Rishi Sunak, y de Salud, Sajid Javid, que este martes han anunciado su dimisión por haber perdido la confianza en el liderazgo del primer ministro británico. Ambos eran considerados pesos pesados del ejecutivo y su marcha debilita la posición de Johnson, asediado por varios escándalos. Todo significa que si se producen más salidas se podría caer el gobierno del Reino Unido.
En su carta de dimisión, el ministro de Economía dice que tal vez este haya sido su último "trabajo ministerial". Sin embargo, para él es más importante luchar por los buenos estándares de conducta. "El público espera con razón que el gobierno se lleve a cabo de manera adecuada, competente y seria", cosa que él cree que no sucede en la actualidad. Es decir, que ha considerado que el primer ministro no cumple con los estándares de conducta que se le presuponen, después del último escándalo protagonizado por las fiestas de Navidad celebradas en el número 10 de Downing Street en plena pandemia. Sunak ha dicho que ha sido "leal" y ha dado apoyo en público a Boris Johnson cuando discrepaba de él "en privado", a la vez que ha intentado apoyar con fondos económicos las prioridades del líder conservador. Lamentablemente, Johnson no estaba dispuesto a tomar "decisiones difíciles" en la economía y eso los ha llevado a discrepar en su enfoque. Han discrepado tanto que ha llegado a dimitir.
Debilidad en el gobierno británico y al Partido Conservador
Por su parte, el ministro de Salud afirma que no puede, "en conciencia, seguir sirviendo en este gobierno". "Soy una persona de equipo por instinto, pero los ciudadanos británicos esperan acertadamente que haya integridad al ejecutivo", ha manifestado. Javid ha constatado que los problemas que atraviesa el Partido Conservador no se resolverán bajo el liderazgo de Johnson y que, por lo tanto, ha perdido la confianza en él: "Lamento decir que está claro que para mí esta situación no cambiará bajo su liderazgo y, en consecuencia, también ha perdido mi confianza".
Y es que los conservadores sufrieron un duro varapalo en unos comicios parciales celebrados en Inglaterra, el pasado 23 de junio. La derrota de los tories a las circunscripciones de Wakefield (norte de Inglaterra) y Tiverton & Honiton (suroeste) puso en duda la gestión de Johnson, centro de las críticas por las fiestas en la residencia de Downing Street durante la pandemia. El presidente honorario del Partido Conservador, Oliver Dowden, presentó su dimisión con efecto inmediato porque "alguien tenía que asumir la responsabilidad". Unos días antes ya había dimitido el asesor de ética del primer ministro, el segundo que lo hacía en menos de dos años. Aseguraba que el primer ministro británico le había pedido que infringiera el Código Ministerial. Todo revela la debilidad del actual gobierno británico, cosa que quiere aprovechar Escocia: Nicola Sturgeon convocó un nuevo referéndum "consultivo" para el 19 de octubre de 2023.