Las tensiones en Ucrania siguen escalando. Tanto es así que Estados Unidos (EE.UU.) han ordenado al personal no esencial de su embajada que abandone el país. Se trata de una medida típica de los estados para proteger a sus ciudadanos en un tercer país antes de que este último entre en guerra. Por lo tanto, a pesar de la prudencia en las declaraciones del Gobierno norteamericano, este movimiento enciende las alertas de las otras potencias.
El gobierno americano ha anunciado la madrugada de este lunes la orden de repatriación de los trabajadores no esenciales de la embajada y los familiares de los diplomáticos en Ucrania ante el riesgo de que Rusia invada este país. Se trata de una iniciativa que surge de la misma embajada y ha acabado siendo aprobada por el Departamento de Estado de EE.UU. El gobierno estadounidense también ha pedido a los residentes norteamericanos en el país que lo abandonen con "vuelos comerciales" u otros medios de transporte.
"Hay informaciones que sugieren que Rusia planea una acción militar significativa. Las condiciones de seguridad, particularmente en torno a las fronteras, en la zona de Crimea ocupada por Rusia y en la parte oriental controlada por Moscú son ahora mismo impredecibles, y se pueden deteriorar sin previo aviso", ha trasladado en un comunicado el Departamento de Estado.
Un solo soldado
El Departamento de Estado norteamericano ha decidido dar la orden de evacuación en un clima de alta tensión entre Rusia y Estados Unidos. Los discursos beligerantes de ambas potencias han ido subiendo de tono en los últimos días, aunque por ahora no ha habido grandes movimientos por ningún lado. El secretario de Estado norteamericano, Tony Blinken, declaró poco antes de ordenar la evacuación que "la entrada de un solo soldado ruso" en Ucrania "de orma agresiva provocaría una respuesta inmediata, severa y unificada de Estados Unidos y de Europa".
EE.UU. no se encuentran solos en sus amenazas a Rusia. La Unión Europea (UE), mayoritariamente en pleno, ha reaccionado ante los movimientos de las tropas rusas en la frontera con Ucrania. "Si la situación se deteriora, si hay más ataques a la integridad territorial de Ucrania, responderemos con sanciones económicas y financieras masivas", advirtió Ursula Von der Leyen el pasado jueves.
Por su parte, Rusia mantiene sus posiciones militares cerca de la frontera ucraniana y niega las acusaciones occidentales de aspirar a ocupar el país del este. El gobierno ruso ha rechazado este domingo rotundamente las acusaciones de instigar la crisis ucraniana, en particular, a través de supuestos planes para derrocar al actual gobierno, y ha culpado Occidente de desinformar para elevar las tensiones en torno a la antigua república soviética.
Imagen principal: Entrada de la embajada de Estados Unidos en Kiev (Ucrania) / Efe