Un nuevo vídeo difundido por la policía de Chicago (Illinois, EE.UU.) revela que Adam Toledo, la víctima de tan sólo 13 años de descendencia latinoamericana, tenía las manos en el aire cuándo fue abatido por los agentes el pasado 29 de marzo. La grabación muestra como, después de una persecución en el barrio hispano de la Villita, el niño obedece las órdenes del agente, alza los brazos, y es inmediatamente disparado en el pecho.
Las imágenes llegan en un punto álgido de las tensiones entre los movimientos de derechos civiles de las minorías raciales a los Estados Unidos y la policía. En este momento, dos casos de brutalidad policial controlan el espacio mediático norteamericano: el juicio contra Derek Chauvin, el agente que asfixió a George Floyd ahora hace un año y las acusaciones contra Kimberly Potter, el agente que mató el joven de veinte años Daunte Wright la semana pasada.
¿Qué muestran las imágenes?
La Oficina Civil de Responsabilidad Policial publicó ayer una veintena de vídeos grabados por las cámaras de los policías movilizados por la zona. Según los fiscales, los agentes buscaban a un joven de 21 años llamado Ruben Roman en torno las 2:38 de la madrugada el pasado 29 de marzo, que acababa de disparar con un arma de fuego contra un coche en marcha. Al llegar la policía, Roman consiguió huir, pero Toledo, que lo acompañaba, fue interceptado y perseguido por un agente policial durante 19 segundos.
Durante la persecución, el policía lo llama: ¡"Para! ¡Manos! ¡Manos! ¡Énseñame las manos"! En un espacio de tan sólo 0,85 segundos, el niño se gira hacia el agente que le dice "déjala", refiriéndose al arma que el policía presuntamente creía que todavía llevaba. Inmediatamente, Toledo levanta las manos a la altura de los hombros y es abatido mortalmente de un solo tiro en el pecho.
Después de disparar, el agente intenta reanimar al niño, llama a la ambulancia y le pide que "se mantenga despierto", pero ya es demasiado tarde.
Reformas policiales
Otras imágenes grabadas por una cámara de seguridad muestran cómo el niño dejó caer un objeto por una valla mientras era perseguido, justa antes de girarse hacia el policía. Las grabaciones de las cámaras corporales de los agentes también revelan cómo los policías identificaron una pistola detrás de la valla, una vez Toledo ya estaba muerto.
En una rueda de prensa después del incidente, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, declaró que las imágenes eran "horripilantes" de ver. Lightfoot admitió que "vivimos en una ciudad traumatizada por una larga historia de violencia policial y mala conducta"," pero apeló a la calma de los ciudadanos y a la protesta pacífica. Este mensaje también ha sido extendido por la familia de Toledo: "pedimos que la gente que se mantengan pacíficos para honrar a la memoria de Adán y que se trabaje de forma constructiva para promover reformas" en el sistema policial.