Estados Unidos ha bombardeado este viernes objetivos iraníes en Siria e Iraq como respuesta al ataque sufrido el pasado domingo en Jordania, en el que murieron tres militares y una cuarentena resultaron heridos. Los medios estadounidenses han informado del ataque a partir de fuentes del ejército, pero el Pentágono todavía no lo ha confirmado de forma oficial. El presidente de EE.UU., Joe Biden, ya había adelantado que habría represalias, pero sin concretar más detalles.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, había anunciado el pasado miércoles que ya sabía cómo respondería al ataque con drones en Jordania, que reivindicó la milicia proiraní Kataib Hizbulá, de la Resistencia Islámica en Irak. Pese a que Teherán se desmarcó del ataque, Biden consideró a Irán responsable, en tanto que "financia y proporciona armamento" a estos grupos. Así, anunció que habría represalias, pero al mismo tiempo admitió que no quería provocar un enfrentamiento a gran escala en Oriente Próximo.
Al día siguiente, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, aseguró que se daría una "respuesta a varios niveles". Y siguiendo la línea de las palabras de Biden, afirmó que continuarán "trabajando para evitar un conflicto más amplio en la región", pero que tomarán "todas las acciones necesarias para defender a Estados Unidos", sus intereses y su pueblo.
Aunque el ejecutivo de Biden no dio demasiados detalles, la cadena CBS News confirmó el jueves que el plan era realizar una serie de ataques durante varios días contra objetivos que incluían personal e instalaciones iraníes.
Posible respuesta de Irán
El gobierno de Irán advirtió este miércoles que responderá con “decisión y fuerza” a cualquier ataque contra su territorio o sus intereses. "Cualquier asalto contra suelo iraní o sus intereses nacionales fuera del país recibirá una decisiva y fuerte respuesta", dijo el embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Jalil Iravani, en declaraciones recogidas por la agencia IRNA.
Irán se desmarcó del ataque, asegurando que las milicias regionales que atacan intereses estadounidenses no reciben órdenes de Teherán y apeló a la política para solucionar la crisis en Oriente Medio provocada por la guerra en Gaza.