Mientras Israel continúa su ofensiva en el Líbano con bombardeos que han dejado al menos 15 muertos este sábado, también ha multiplicado durante las últimas horas sus operaciones en la Franja de Gaza, con una ofensiva contra la localidad de Yabalia, en el norte del enclave palestino, que acoge el principal campamento de refugiados de la franja y donde los médicos palestinos han denunciado la muerte de al menos cuatro personas en un bombardeo del ejército judío, y la muerte de un matrimonio y sus seis hijos en el bombardeo de una vivienda en Nuseirat. Pero el gobierno de Benjamin Netanyahu tiene otro frente abierto, a raíz de los ataques de las Fuerzas de Seguridad de Israel (FDI) contra emplazamientos de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), en los que ya han resultado heridos cinco soldados. A los cuatro cascos azules de los contingentes indonesio y ceilandés heridos el pasado jueves y viernes, se sumó el de otro soldado de la paz, del que no ha trascendido la nacionalidad, por disparos de bala. Los Estados Unidos han reconocido que están muy preocupados por estos ataques y han pedido en Israel que garantice la seguridad de los contingentes de Naciones Unías y de los soldados de las Fuerzas Armadas Libanesas, después de la muerte de dos de sus integrantes.

Preocupación del Pentágono

El secretario de Defensa del s Estats Units, Lloyd Austin, ha hablado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, para trasladarle su "profunda preocupación por las informaciones de los ataques contra posiciones de las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano, así como las muertes de dos soldados libaneses", ha indicado el Pentágono en un comunicado. "El secretario ha enfatizado la importancia de garantizar la seguridad de las fuerzas de FINUL y de las Fuerzas Armadas libanesas y la necesidad de pasar de las operaciones militares al Líbano a un camino de diplomacia cuanto antes mejor y de manera factible", ha añadido. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ya pidió en Israel este viernes que no ataque la Fuerza Interina de las Naciones Unidas al Líbano (FINUL). Sin embargo, el secretario de defensa norteamericano ha reafirmado el "compromiso inviolable y duradero" de su país "con la seguridad de Israel", en medio de llamamientos internacionales como los del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y también de España, por parte de Pedro Sánchez, de no enviar armas a Israel para su utilización en Gaza.

Israel se justifica

Gallant, por su parte, se ha justificado delante de Austin alegando que las milicias de Hizbulá están usando las posiciones de la fuerza de paz de la ONU como cobertura en sus ataques contra las fuerzas israelíes y poniendo en peligro las vidas de sus efectivos. El ministro de defensa judío ha asegurado que los ataques, que la FINUL ha atribuido directamente a la operación militar israelí, son investigados por comisiones militares para determinar las circunstancias de lo que ha pasado. En la conversación telefónica mantenida el sábado a última hora, Gallant ha asegurado en Austin que el ejército israelí "intenta tomar medidas para evitar que las tropas de la FINUL sufran mal" aunque ha indicado que su presencia en la zona de combate "representa un importante desafío operativo".

La FINUL no se retirará

La FINUL ha avisado a Israel de que no se retirará de sus posiciones como pidió Israel y ha exigido a las FDI que dejen de poner en peligro a sus integrantes. "Israel pidió que abandonáramos nuestras posiciones ubicadas desde la frontera hasta cinco kilómetros enfrente de la Línea Azul (frontera entre el Líbano e Israel), pero tuvimos una decisión unánime de quedarnos, porque la bandera de la ONU tiene que ondear en esta zona que separa Israel y el Líbano", aseguró Andrea Tenenti, portavoz de FINUL. Tenenti explicó que la decisión de permanecer se tomó a pesar de las condiciones en extremo difíciles y de que los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá han causado muchos daños a sus posiciones, incluso dentro de las bases, un total de 29, con dos sectores principales, el Este, liderado por España, y el Oeste, bajo mando italiano. Cuarenta países que aportan personal a la FINUL publicaron el sábado una declaración conjunta en qué denuncian los ataques sufridos por el contingente al sur libanés e instaron a proteger a los soldados de paz. Entre las naciones firmantes del pronunciamiento están Alemania, India, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Irlanda, Indonesia, China, Turquía y Qatar.

Un soldado español de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL) (Europa Press)

 

Este cuerpo internacional cuenta con 10.500 efectivos desplegados por el país, cascos azules provenientes de 50 países diferentes, entre los cuales hay 650 militares españoles, uno de los contingentes más numerosos. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha prorrogado recientemente el mandato de la FINUL hasta el 31 de agosto del 2025, hecho que subraya la importancia continua de esta misión para la estabilidad en la región. Entre las funciones de esta fuerza multinacional hay las de asistir a las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país, monitorizar la Lína Blava, garantizar el acceso humanitario a las poblaciones civiles y facilitar el retorno seguro a las personas desplazadas.

Misiles de Hizbulá para|por el Yom Kippur

Israel, por su parte, sigue con sus ataques contra tres ciudades libanesas y al menos 15 personas murieron este sábado. El ataque más grave pasó a Maaysra, en la región de Kesruan, en el norte de Beirut, donde han muerto cinco personas y 14 más resultaron heridas. Las Fuerzas de Defensa de Israel han informado de que Hizbulá disparó 320 proyectiles durante el Yom Kippur, el Día del Perdón, el más sagrado del calendario judío, que empezó el viernes al caer el sol y finalizó ayer sábado al anochecer.

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