Estados Unidos ha enviado este lunes mensajes contradictorios sobre la permanencia de sus tropas en Irak, después de que un comandante de la coalición internacional anticipara la reubicación de los soldados estadounidenses en el país árabe y el Pentágono aclarara más tarde que esto no supone un repliegue.
La confusión sobre la situación de las tropas se inició con la publicación en medios de comunicación de una carta del general de brigada William H. Seely III, comandante del llamado Grupo de Trabajo en Irak, en la que anunciaba al Ministerio de Defensa iraquí el movimiento de las tropas, sin precisar el objetivo.
Un borrador que no debió ser publicado
"En debida deferencia a la soberanía de la República de Irak, y según lo solicitado por el Parlamento y el primer ministro iraquí, la coalición internacional reubicará las fuerzas en el transcurso de los próximos días y semanas para preparar un desplazamiento posterior", apuntó Seely III, cuyo mensaje fue interpretado por algunos medios como una posible retirada de Estados Unidos.
Poco después, en Washington, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, descartó esa posibilidad: "No hay ninguna decisión de abandonar Irak", afirmó Esper en una comparecencia no anunciada con los periodistas en el Pentágono. La carta es "incoherente respecto a donde estamos ahora", dijo el secretario de Defensa.
También el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Mark Milley, aclaró a los periodistas que la misiva "es un borrador": "Fue un error, no debió haber sido publicada", precisó.
Por su parte, la secretaria de prensa del Pentágono, Alyssa Farah, puntualizó en Twitter que no ha habido cambios en la política estadounidense sobre la presencia de las fuerzas en Irak, y ratificó el compromiso de Washington con la coalición y con un futuro "seguro" y "próspero" para el pueblo iraquí.
El futuro de las fuerzas estadounidenses en Irak está en suspense tras la muerte la semana pasada del poderoso comandante iraní de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, Qasem Soleimani en un ataque de un dron estadounidense en Irak, que ha elevado la tensión entre Washington y Bagdad.
Justo este lunes, el primer ministro dimisionario de Irak, Adel Abdelmahdi, pidió en una reunión con el embajador de EE.UU. en Bagdad, Matthew Tueller, trabajar conjuntamente para efectuar la retirada de las tropas internacionales desplegadas en Irak, como aprobó el domingo el Parlamento iraquí.
Los demócratas quieren limitar los poderes de Trump
Mientras aún resuenan las amenazas de venganza de Irán por la muerte de Soleimani, Trump enfrenta en casa las críticas de la oposición demócrata, que anunció este lunes que votará para "limitar las acciones militares" del presidente frente al país persa.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, expresó su "preocupación de que la Administración tomara esta acción (el ataque a Soleimani) sin la consulta al Congreso y sin respeto por los poderes de guerra que otorga la Constitución".
La resolución, que será sometida próximamente a votación, "reafirma las responsabilidades de supervisión (del legislativo) al exigir que, si no hay medidas tomadas por parte del Congreso, las hostilidades militares de la Administración respecto a Irán cesan en 30 días".
En este sentido, el senador demócrata Chris Murphy, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta, aseguró que Trump "está tambaleándose hacia una guerra por decisión propia, una guerra provocada enteramente por sus acciones. Una guerra que provocará la muerte de miles de estadounidenses. El Congreso debe detenerlo".
Sigue el cruce de amenazas
El mandatario, entretanto, elevó este lunes sus amenazas contra Teherán, después de que la noche del domingo advirtiera de que bombardeará monumentos de la República Islámica, ante la prometida venganza por parte de Irán.
"¡Irán nunca tendrá un arma nuclear!", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Pero el secretario de Estado, Mike Pompeo, intentó rebajar la tensión al asegurar en un encuentro con el viceministro saudí de Defensa, Jaled bin Salmán, de visita en Washington, que su país no tiene intención de embarcarse en una guerra con Irán.
Pompeo "subrayó que Estados Unidos no busca una guerra con Irán y sigue comprometido con una reducción de la tensión", explicó la portavoz Departamento de Estado, Morgan Ortagus, en un comunicado.