Los Estados Unidos vuelven a la posición inicial. El representante de la Casa Blanca para Ucrania y Rusia, el general Keith Kellogg, ha descartado este sábado que Europa se siente en la mesa de negociación para la paz en Ucrania. Preguntado en un evento en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich sobre la presencia de representantes de la Unión Europea (UE) o de los países miembros en las negociaciones que impulsan los Estados Unidos para resolver el conflicto con Rusia, Kellogg se ha declarado partidario de "la escuela del realismo", para añadir: "Eso no pasará".
El enviado especial del presidente de los EE.UU., Donald Trump, ha invitado a sus "amigos europeos" a participar del debate, pero "que no se quejen de si pueden o no estar en la mesa de negociación". Por eso, les ha recomendado que aporten "propuestas e ideas concretas" o que "incrementen el gasto, en defensa. Kellogg ha justificado que los Estados Unidos sea el único intermediario entre Rusia y Ucrania, dando como motivo "la mala experiencia" durante el proceso de Minsk entre Moscú y Kyiv, que bajo la mediación de Alemania y Francia llevó a la firma el año 2015 de un alto el fuego en la región ucraniana del Dombás.
"Parte del problema que vimos en Minsk II es que había mucha gente en la mesa", ha dicho sobre el proceso de negociación en la capital bielorrusa, en la que participaron, además de Ucrania y Rusia, representantes de los rebeldes prorrusos de Donetsk y Luhansk apoyados por el Kremlin, Alemania, Francia, Bielorrusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Albares defiende que Europa tiene que estar en la mesa de negociación
"Europa tiene que estar en la mesa de negociación al lado de los Estados Unidos, como hemos hecho estos durante estos tres larguísimos años de agresión rusa en Ucrania", ha afirmado hoy el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante la conferencia de Seguredad de Múnich. Los europeos queremos la paz, estaremos al lado y empujando cualquier opción de paz, pero que tiene que ser justa y duradera. Y eso supone respetar la soberanía de Ucrania y que la voz de Europa esté en la mesa", ha añadido Albares.
El ministro español ha participado este sábado en la reunión de miembros del G5 con la Alta Representante de la UE y Kellogg, donde este ha vuelto a manifestar la posición contraria de la administración Trump a que la UE esté presente en las negociaciones de paz.
Vance dio marcha atrás y Kellogg vuelve al discurso inicial de Trump
El viernes en su visita a la conferencia de seguridad de Múnich, el vicepresidente norteamericano, J.D. Vance, enmendó las palabras de Donald Trump, y no cerró la puerta a que Europa participara en las conversaciones sobre el fin del conflicto de Ucrania, respondiendo así a la preocupación de la UE después de la conversación telefónica directa del miércoles entre los presidentes de Rusia y los Estados Unidos. En la primera reunión de Vance con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, este pidió a los EE.UU. "garantías de seguridad reales" para sentarse a negociar con Rusia, y planteó consensuar un plan de paz que incluyera a la UE antes de reunirse con Putin.
Ante un nuevo intento de dejar a la Unión Europea fuera de la mesa de negociación, esta vez en palabras del enviado especial Keith Kellogg, Zelenski ha pedido este sábado que se cree un ejército europeo para defender en el continente de las posibles amenazas expansionistas por parte de Rusia y para obligar a los Estados Unidos a respetar Europa y contar con ella a la hora de tomar decisiones geopolíticas. Al presidente ucraniano no le ha gustado que Trump no haya mencionado ni en una sola vez el papel de Europa en las negociaciones entre Ucrania y Rusia que promueve, y por eso ha reiterado que Europa "tiene que tener una silla en la mesa" donde se decide su futuro.