La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, ha visitado la megaprisión salvadoreña de máxima seguridad donde hay detenidos más de 200 migrantes venezolanos, expulsados en un vuelo por las autoridades norteamericanas después de acusarlos de pertenecer a la banda de crimen transnacional Tren de Aragua. Noem se ha paseado por las instalaciones de la megaprisión que ha sido el orgullo del gobierno de Nayib Bukele y que varias organizaciones han denunciado por violar los derechos humanos. La política republicana, conocida por su tono incendiario y populista, ha aprovechado para grabar en vídeo un mensaje para las redes sociales donde ha amenazado a los migrantes ilegales: “Los cazaremos”.
Noem se ha colocado delante de una celda abarrotada de hombres en la megaprisión estadounidense, exhibiendo a los prisioneros como trofeos de caza en el vídeo que ha compartido en las redes sociales. “También quiero que todos sepan que si vienen a nuestro país ilegalmente, esta es una de las consecuencias que podrían enfrentar”, ha añadido la secretaría de Seguridad a la declaración que ha compartido en X (Twitter).
Sin embargo, en el poco tiempo que la nueva Administración de Donald Trump ha cogido las riendas de EE.UU., las batidas antiinmigración que se han realizado no solo han golpeado a personas en situación irregular.
Como uno “zoológico”
La visita de Noem y la exposición de los hombres encarcelados que ha hecho para las redes ha despertado muchas críticas. Por ejemplo, ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, ha afirmado que la política republicana se ha paseado por la prisión como si fuera uno zoológico. “Hoy ha ido una funcionaria de Estados Unidos a El Salvador, estaba como en un zoológico viendo la prisión esa”, ha sentenciado Cabello a la televisión venezolana.
A juicio del ministro venezolano, el gobierno del mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, que calificó de “régimen fascista”, los tiene “secuestrados” en “un campo de concentración”. “Es tráfico de seres humanos, los están vendiendo como esclavos porque Bukele está recibiendo plata por cada uno y, además de eso, los pone a (hacer) trabajos forzosos en El Salvador”, ha añadido.
La megaprisión se ha convertido en un símbolo de la llamada guerra contra las bandas que impulsa el gobierno de Bukele bajo un régimen de excepción. Hasta ahora, el Ejecutivo salvadoreño no ha explicado bajo qué normativa ha encarcelado a estas personas, dado que la Asamblea Legislativa no ha aprobado ningún acuerdo que lo permita y no tienen órdenes de captura o procesos penales en el país centroamericano.