Las tropas rusas siguen reagrupándose y fortaleciéndose en el este de Ucrania para controlar el territorio de las provincias de Donetsk y Lugansk, según el último parte de guerra del Alto Mando del Ejército ucraniano al principio del día 66 de invasión rusa del país. Así, informan de que las operaciones ofensivas rusas pretenden apoderarse totalmente del Donbás y, de rebote, "mantener el corredor terrestre con Crimea". Al mismo tiempo, se acusan a Rusia de "lanzar ataques aéreos, con misiles y artillería, contra la infraestructura civil y militar."
Así pues, desde el ejército ucraniano apuntan que aunque "prosigue el reagrupamiento y fortalecimiento" de las fuerzas rusas de ocupación, aunque el ejército ucraniano mantiene sus posiciones a lo largo de la línea de contacto en el Donbás. "Catorce ataques enemigos han sido rechazados en las provincias de Donetsk y Lugansk durante las últimas 24 horas, once tanques, siete sistemas de artillería, veintiocho vehículos blindados y catorce vehículos han sido destruidos", apunta al Alto Mando ucraniano.
En dirección Slobozhansky, nordeste de Ucrania, Rusia está concentrando sus esfuerzos principales para asegurar el terreno ganado, trasladando unidades desde la región de Belgorod en los alrededores de la ciudad de Izyum (Járkov). Paralelamente, en el oeste de Crimea en dirección Odesa, el ejército ruso "no ha hecho operaciones ofensivas activas", aunque se han registrado ataques aislados a posiciones ucranianas.
El ejército ruso avanza poco a poco
Por otra parte, según el último informe de l'Institute for the Study of War (ISW), los rusos han conseguido "avances limitados" en el oeste de Severodonetsk (cerca del río Donest en la región de Lugansk), pero continúan estancados en el sur de Izyum. "Es probable que las fuerzas ucranianas en el este de Ucrania estén llevando a cabo una maniobra de defensa en lugar de mantener posiciones estáticas, desplegando de nuevo reservas mecanizadas para resistir los intentos de avance ruso", apuntan desde el ISW.
Con respecto a Mariúpol, el ISW cree que es probable que las fuerzas rusas dejen "una fuerza mínima a Mariúpol necesaria para bloquear las posiciones ucranianas en la acería Azovstal" para desplegar "la potencia mayor de combate posible para dar apoyo a operaciones ofensivas en otros lugares".
Con todo, desde l'Institute for the Study of War indican que es poco probable que los contraataques ucranianos en Járkov supongan una gran contraofensiva en los próximos días. No obstante, sí que afirman que las fuerzas ucranianas podrían forzar Rusia a recolocar las unidades militares destinadas al eje de Izyum con el fin de mantener sus posiciones en torno a la ciudad de Járkov.
Finalmente, la inteligencia ucraniana ha advertido que los ataques de bandera falsa rusos en Transnistria tienen como objetivo hacer que esta región prorrusa de Moldavia entre en la guerra y de esta forma coaccionar a Moldavia a fin de que abandone las políticas proeuropeas.