Una fiscal del estado de Nuevo México de los Estados Unidos ha presentado este jueves dos cargos de homicidio involuntario contra el actor Alec Baldwin por la muerte de la directora de fotografía Halyna Hutchins por un tiro accidental durante el rodaje de la película Rust en octubre del 2021. Fue el actor quien disparó este arma, que en vez de ser de fogueo, era de fuego y tenía munición real, que está prohibida en los rodajes. Huthchins, de 42 años, murió mientras la trasladaban en helicóptero en el Hospital Universitario de Nuevo México, en Albuquerque, y el director del filme, Joel Souza, también resultó herido y estuvo ingresado en estado grave en el hospital de Santa Fe.
También han sido acusados con los mismos cargos la especialista en armas y encargada del protocolo de seguridad de la película, Hannah Gutiérrez Reed, y el ayudante de dirección David Halls, la última persona que tocó el arma antes de entregarsela a Baldwin, y que ha firmado un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía con el cual ha aceptado el cargo de "uso negligente de un arma letal". En caso de que se les declare culpables, Baldwin, Gutierrez-Reed y David Halls podrían ser condenados a un año y medio de prisión y una multa de 5.000 dólares, aunque el uso del arma podría incrementar la pena. La investigación de la policía concluyó que la tragedia se produjo como consecuencia de una serie de negligencias y que se podría haber evitado. A modo de ejemplo, se encontraron en el sitio de rodaje cajas de balas de fuego con otros de fogueo, muy mezcladas.
Baldwin siempre ha defendido su inocencia y ha asegurado que él no apretó el gatillo y que la pistola se disparó por un defecto. Sin embargo, un informe del FBI contradijo esta versión, porque después de analizar la pistola aseguraron que funcionaba con normalidad y que para haberse accionado, alguien tenía que haber apretado el gatillo. El abogado de Baldwin, Luke Nikas, ha lamentado la decisión de la fiscalía y ha afirmado que "esta decisión distorsiona la trágica muerte de Hutchins y representa un terrible error de la justicia". Nikas ha insistido en la inocencia de Baldwin, que ha afirmado que "no tenía ningún motivo para creer que había una bala de verdad en la pistola y confió en los profesionales con quien trabajaba, que le aseguraron que la pistola no estaba cargada".
En este caso ha habido varias demandas, y una de ellas era la que la familia Hutchins había interpuesto contra Baldwin. Pero hace tres meses, el actor, que también era productor de la película, llegó a un acuerdo con el viudo, Matthew Hutchins, para que retirara la demanda civil. El acuerdo, que todavía tiene que ser ratificado por un juez, implica que la producción del western se reanude este año y que Hutchins reciba una parte de los beneficios.