El policía Derek Chauvin es culpable de todos los cargos de que se le acusaba por la muerte de George Floyd, el 25 de mayo del 2020. Así lo ha concluido el jurado del caso de la muerte de George Floyd que ha llegado a un veredicto este martes. Chauvin se enfrenta cargos por asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de prisión; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que comporta hasta 10 años de privación de libertad.
Como no tiene antecedentes penales, sólo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de prisión por el tercero.
Chauvin se declaró inocente de todos los cargos
Durante el juicio que se inició a finales de marzo, Chauvin se ha declarado inocente de todos los cargos. Los 12 miembros del jurado empezaron a deliberar este lunes después de los alegatos finales de la Fiscalía y la defensa hasta las 20.00 hora local (01.00 GMT del martes) y reanudaron su debate esta mañana a las 8:00 hora local (13.00 GMT).
Unas seis horas y media después, ya han anunciado que habían tomado una decisión unánime sobre la sentencia de Chauvin.
En el juicio civil, la ciudad de Minneapolis llegó a un acuerdo con la familia de la víctima, a quien se les indemnizó con 27 millones de dólares. A pesar de eso, ni la familia ni los activistas de derechos civiles se sienten satisfechos, y critican que la ciudad tendría que invertir más dinero en las zonas más desfavorecidas
Han vuelto las movilizaciones en la calle a la espera del veredicto
La incertidumbre ante el resultado del juicio se ha traducido en tensión en las calles, especialmente en Minneapolis, donde hay más de 3.000 miembros de la Guardia Nacional norteamericana desplegados en el área metropolitana de la ciudad.
Por el centro, cerca de la sede de juzgado, se han desplazado vehículos blindados en previsión que la emisión del veredicto pueda provocar posibles protestas masivas. Las imágenes de la muerte de George Floyd despertaron una oleada de protestas por la indiferencia de los agentes policiales mientras la víctima agonizaba y alertaba en 20 ocasiones que no podía respirar.