Violar el estado de derecho siendo miembro de la Unión Europea (UE) tiene sus consecuencias, aunque Polonia y Hungría las han intentado esquivar. Los dos países que lideran el discurso euroescéptico han sacado adelante leyes que van en contra los principios de la Unión, delante de las cuales esta respondió creando un nuevo mecanismo que acondicionaba los fondos europeos al cumplimiento|cumplido del estado de derechos. Esta fórmula dejaba fuera del reparto de dinero el estado polaco y el húngaro, por|para lo cual sus respectivos gobiernos recurrieron la medida de la UE delante del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el cual ha avalado que los fondos europeos estén vinculados al respecto al estado de derecho.
Legislar en contra de los derechos reconocidos y amparados por la UE no sale gratis a Polonia y Hungría. Dos países que, a pesar de su euroescepticismo, no están en la mejor posición para permitirse perder unas inyecciones de capital como las de la Unión. Hasta ahora el mecanismo que los dejará sin dinero europeos estaba paralizado, a la espera de la sentencia de la justicia europea. Ahora, ya es oficial, los gobiernos de Viktor Orban y Andrzej Duda ya se pueden despedir de estos fondos y otras partidas presupuestarias que surjan de Bruselas hasta que tiren atrás en su implacable cruzada contra los fundamentos|cimientos del estado de derecho.
Mientras los gobiernos de Polonia y Hungría argumentaron en su denuncia ante la justicia europea que esta era una medida arbitraría y sin base jurídica, el TJUE ha considerado todo el contrario. En dos sentencias, la Gran Sala del tribunal considera que el mecanismo ha sido adoptado sobre una base jurídica adecuada, conforme con otros procedimientos existentes en los tratados europeos y respeta, en particular, los límites de las competencias atribuidas a la Unión y el principio de seguridad jurídica, según informa Europa Press.
En un comunicado, el tribunal ha asegurado: "El respeto por parte de los Estados miembros de los valores comunes en que se fundamenta la Unión [...] justifica la confianza mutua entre estos Estados. Así, dado que el respeto de estos valores constituye un requisito para disfrutar de todos los derechos derivados de la aplicación de los Tratados a un Estado miembro, la Unión tiene que estar a condiciones, dentro de los límites de sus atribuciones, de defender los valores indicados". Es decir, si no se respetan los valores de la UE, no se disfruta de los privilegios de esta. La sentencia habla de la capacidad de la Unión de defender los valores dentro de sus atribuciones y las partidas presupuestarias están dentro de estas.
Hungría responde
El gobierno de, Viktor Orbán, una de las caras más visibles de la extrema derecha y del euroescepticismo, no ha tardado en responder a la decisión del TJUE. La ministra de Justicia húngara, Judit Varga, ha asegurado que la sentencia es una "decisión política", que ha calificado "abuso de poder".
"La decisión demuestra que Bruselas abusa de su poder. La decisión es una nueva presión contra nuestra patria, que en verano aprobó una ley de defensa de los menores," ha asegurado Varga a sus redes sociales. Sin embargo, ¿por qué ha involucrado a los niños en este mensaje? Pues porque uno de los principales detonantes de la tensión entre la UE y Hungría ha sido la ley anti-LGTBI que esta aprobó hace unos meses en la que se equipara la homosexualidad a la pedofilia.