Bielorrusia ha acusado esta semana de injerencia al Parlamento Europeo (PE) para condenar anticipadamente las elecciones presidenciales del 26 de enero con un proyecto en que llama la comunidad internacional a no reconocer los resultados. "Es evidente que el proyecto es una burda injerencia en el proceso electoral de un Estado soberano, que no tiene nada que ver con la situación real y está llamado a ejercer presión sobre la libre expresión de la voluntad popular de los bielorrusos", ha dicho Anatoli Glaz, ministro de Exteriores bielorruso, según la agencia oficial BELTA.
Glaz destacó que los parlamentarios europeos debatieron este miércoles este proyecto a propuesta de un grupo de diputados "tendenciosos". Las elecciones acaban de empezar y allí ya lo está todo condenado y no reconocido. Para la soberana Bielorrusia todo eso es inadmisible. Cualquier intento como este recibirá la respuesta debida", ha destacado. "Recordamos que la invitación fue enviada. El 17 de enero lo confirmó la misma OIDDH. Todavía pueden venir", ha dicho, aunque, acto seguido, ha resaltado que su presencia no tiene importancia, ya que más de 450 observadores internacionales han sido acreditados.
In a resolution adopted on Wednesday, the @Europarl_EN calls on the EU 🇪🇺 to reject the upcoming presidential election in Belarus on 26 January as a sham.
— AFET Committee Press (@EP_ForeignAff) January 22, 2025
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En el 2020, la OIDDH también fue invitada al último momento, pero sus observadores declinaron supervisar los comicios por falta de tiempo para preparar la misión. El exsecretario de Estado norteamericano Antony Blinken también aseguró la semana pasada que en Bielorrusia no puede haber unas elecciones ni libres ni justas.
Bielorrusia, en las urnas sin sorpresa
Los bielorrusos empezaron a votar este martes por avanzando en los comicios presidenciales a los cuales se presenta a la reelección Lukashenko, al mandatario europeo que hace más tiempo que es al poder, desde 1994, y que busca un séptimo mandato presidencial. Unos siete millones de bielorrusos son llamados en las urnas para elegir al jefe del Estado entre cinco candidatos, de los cuales solo uno puede ser considerado crítico con las autoridades actuales.
Los sondeos oficiales aseguran que un 82,5% de los bielorrusos están dispuestos a votar Lukashenko. Además, un 2,9% daría apoyo a otro candidato; un 7,9% votaría en contra de todos –una opción contemplada por la legislación electoral– y un 6,7% no participaría en los comicios, según recoge Efe.
Belarusian secret services staged a pro-Lukashenka campaign in Vienna, plastering the city with portraits of the dictator. Oh, you're campaigning in the wrong place— Austrians won't be voting in the so-called Belarusian presidential election on January 26. pic.twitter.com/1dOfGrRuVK
— NEXTA (@nexta_tv) January 11, 2025
La oposición al exilio ha hecho un llamamiento a sus partidarios a votar en contra, ya que considera que en Bielorrusia no se pueden celebrar elecciones democráticas libres. Las autoridades electorales han prohibido fotografiar las papeletas, el método que precisamente permitió confirmar la falsificación de los resultados en las presidenciales del 2020, que provocaron las protestas antigubernamentales mayores en la historia de la antigua república soviética. Por este motivo, centenares de miles de personas, incluidos muchos activistas opositores, se exiliaron y no podrán ejercer el derecho al voto, ya que las autoridades no han habilitado urnas en el extranjero, aduciendo motivos de seguridad.
¿Por qué Lukashenko ha adelantado las elecciones?
En principio, las elecciones estaban previstas para el verano, pero el gobierno de Alexandr Lukashenko decidió avanzarlas a enero. ¿A qué se debe este cambio? El portal Vox Europe, a través de analistas y comentaristas, lo atribuye a dos explicaciones. La primera es que el clima invernal reducirá la posibilidad de que se celebren protestas. Después de la violenta represión de las protestas que siguieron las elecciones presidenciales del 2020 y donde Lukashenko no ganó, las posibilidades que se produzca una movilización masiva para celebrar manifestaciones públicas son escasas de todos modos. Pero Lukashenko prefiere no correr riesgos. La segunda explicación es que quiere un mandato renovado en preparación para las próximas negociaciones que tienen como objetivo poner fin a la guerra de Rusia a Ucrania. Lukashenko no esconde su deseo de participar en las conversaciones y quiere que su país sea un actor clave. Es consciente de que este hecho determinaría el estatus de Bielorrusia a la realidad de posguerra y, por lo tanto, su futuro personal. Lukashenko considera estas elecciones como un intento de restablecer y cerrar por fin el capítulo que se abrió a las elecciones del 2020 y las protestas que acompañaron el periodo de después.