Finalmente, ha llegado el día. Brasil celebra este domingo elecciones y escogerá a su próximo presidente. No son los únicos candidatos, pero los comicios tienen dos nombres: Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva. Se trata de unas de las elecciones más trascendentales de los últimos años y es que Jair Bolsonaro, actual presidente del país, podría salir por la puerta pequeña (y Luiz Inácio Lula da Silva entrar por la puerta grande). Cuando menos, eso es lo que dicen los sondeos. El expresidente brasileño Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (TP), se sitúa al frente de las encuestas, según un sondeo del instituto demoscópico IPEC. Lula, que congrega el 47% de intención de voto (48% según un sondeo más reciente avanzado por la Agencia EFE y que recoge Newtral), ha consolidado así una ventaja de al menos 16 puntos porcentuales sobre el rival principal, el actual presidente Jair Bolsonaro, que registra un 31% a la intención de voto.
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Los ojos están puestos en Brasil, la economía mayor de la América Latina y la cuarta democracia mayor del mundo, porque hay cierta preocupación por lo que pueda pasar antes o después del día de las elecciones. Y es que Jair Bolsonaro, del Partido Liberal (PL), se ha encargado de extender dudas sobre si reconocerá la eventual derrota, que vaticinan todas las encuestas. Los ataques del líder de la ultraderecha contra el sistema electoral han sido crecientes desde que asumió el poder en el 2018 y el mismo Bolsonaro, con declaraciones ambiguas, ha atizado al fantasma de un golpe de estado. Precisamente por este motivo, se pone énfasis en la importancia de estos comicios y al hecho de que Brasil pueda consolidar su democracia.
Elecciones Brasil 2022: Lula da Silva vs. Bolsonaro
"Lula da Silva salió de la presidencia con una aprobación muy alta y los años que estuvo en el gobierno fueron buenos. Tuvo políticas acertadas por los más pobres y también políticas de trabajo y creación de puestos de trabajo. También era una época que la América Latina iba muy bien y tenían recursos para hacer estas políticas", explica la investigadora sénior de América Latina del CIDOB, Anna Ayuso. "Después vino Dilma Rousseff, que coincidió con el periodo de recesión, en el 2008. Se intentó pasar utilizando los recursos de los años de bonanza", destaca en una conversación con ElNacional.cat sobre las elecciones de Brasil 2022. Así, destaca que proliferaron las protestas por la situación económica y también por los casos de corrupción. Todo esto hizo entrar en crisis. Y se hizo un impeachment a Dilma. Y de aquí se pasó a la imputación de Lula".
Una imputación que finalmente sería anulada. Y es que después de pasar 580 días en la prisión y no poder participar en las elecciones presidenciales del 2018, la justicia del Brasil revocó las condenas recibidas por la llamada operación Lava Jato. Lula había sido declarado culpable de delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. El año 2021, sin embargo, el Tribunal Supremo anuló estas condenas porque, supuestamente, no se habían respetado sus derechos durante el proceso. El juicio lo capitaneó el juez Sérgio Moro. Pero Moro fue nombrado el año 2019, ministro de Justicia para|por el ganador de las elecciones del 2018, es decir, Bolsonaro. Un hecho que le ha encajado estupendamente para manifestar su inocencia y afirmar que fue perseguido durante el Lava Jato. El proceso judicial fue anulado porque se expuso que Moro no había actuado de manera imparcial. En este contexto, Bolsonaro llegó al poder.
¿Por qué ganó Bolsonaro?
"En este contexto, los partidos se pusieron de acuerdo al buscar candidaturas de siempre. El candidato no era muy conocido, era de São Paulo y todavía había mucha carga de corrupción. No hubo una voluntad política de hacer una candidatura de centroizquierda. Y la segunda vuelta fue una campaña de la extrema derecha contra la extrema izquierda", destaca. "Ganó el rechazo a la corrupción". "Mucha gente de la clase media votó Bolsonaro. En aquel momento surgió como un poco fuera de lo que había habido hasta el momento. El candidato de la antipolítica", subraya. "Después, sin embargo, poco a poco, se han ido viendo las carencias que tenía, se ha apoyado mucho con militares retirados dentro del gobierno. Ahora está sostenido por partidos centristas que se benefician de un trato de favor". Ayuso destaca que es precisamente gracias a estos partidos centristas que se mantienen los gobiernos en el Brasil. Matiza que no es corrupción, pero que se trata de una negociación constante.
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La investigadora recuerda que no tiene partido fuerte propio, y que intentó crear uno, pero no ha salido adelante. Además, según parece, toda su familia está involucrada en corrupción, y tampoco actuó bien al principio de la pandemia. Intentó corregir, después lo negaba. Hizo salir a la gente después de registrar mucha incidencia. Todo eso ha hecho que pierda popularidad, sobre todo entre la clase media".
"Lula ha hecho una alianza con los de centro. En este sentido, puede poner de vicepresidente una persona moderada que viene del centro. Así tiene tirada en los estados del sur del país. Bolsonaro recoge solo el voto de rechazo de Lula, en cambio, Lula está recogiendo el centroizquierda. Y eso ha hecho aumentar la intención de voto, que siempre era del 30 o 35%".
El discurso primitivo de Bolsonaro
Bolsonaro tiene el rechazo que se ve a las encuestas, recuerda Ayuso. Por este motivo, insiste la investigadora que la voluntad es en moderar el discurso. "El discurso de Bolsonaro es muy primitivo", dice. "Ha habido un cuestionamiento de las instituciones, que la gente cuestione el talante democrático. Dijo que no aceptaría el resultado si era negativo, atacó a los jueces y económicamente no ha ido bien. Momento de recesión, el coronavirus... ha repartido mucho dinero para conseguir comprar el voto, pero los partidos centristas tampoco lo ven con buenos ojos. Ha perdido la confianza del centro".
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El papel de las mujeres a las elecciones del Brasil 2022
Las mujeres podrían ser protagonistas durante las elecciones. Las movilizaciones de mujeres brasileñas el año 2018 bajo el hashtag #Élno no evitaron que Bolsonaro saliera escogido. Ahora, sin embargo, el electorado femenino se ha levantado con fuerza para impedir la reelección del líder de extrema derecha. Tal como destaca la prensa local, el rechazo a Bolsonaro por parte del electorado femenino es más que evidente. Una encuesta que llevó a cabo el Instituto Datafolha del 13 al 15 de septiembre en todo el país, Bolsonaro solo consiguió el 29% de la intención de voto entre las mujeres. Lula se quedaría con un 46%. Un hecho, sin embargo, que cambiaría si solo los hombres pudieran votar. Bolsonaro se haría con el 44% delante del 37% que podría quedarse Lula da Silva. Sin embargo, el electorado es, según el portal Sem Mexico, de mayoría femenina. Un 52% del electorado, es decir, de los 156 millones de brasileños que están llamados a votar. En este sentido, la intención de voto es para Lula del 45%, mientras que el 33% preferiría Bolsonaro.
Imagen principal: el expresidente del Brasil y actual candidato a la presidencia Luiz Inácio Lula da Silva durante un mitin/ Efe