Un escenario de empate podría ser perfectamente posible en las elecciones del 5 de noviembre en los Estados Unidos. El enfrentamiento entre Donald Trump y Kamala Harris, que busca vicepresidente, no sería un hecho inédito. Tal como señala la CNN, hubo unas elecciones que dieron lugar a empate, fue el año 1800, entre Thomas Jefferson y Aaron Burr. Eso provocó la primera "elección contingente". Los expertos constatan que, aunque no es muy probable, podría haber un empate. Si Kamala Harris gana Wisconsin, Michigan, Arizona y Nevada y un solo voto electoral a Nebraska, donde en el 2020 se impuso Biden, pero pierde Pensilvania y Georgia, habría un empate 269 en 269.

Sin embargo, ¿qué pasa si hay un empate? Pues entra en juego la "elección contingente". Según la enmienda 12, que se estableció después de las elecciones de 1800, si ningún candidato alcanza la mayoría de los votos del Colegio Electoral, el nuevo Congreso, que habría prestado juramento el 3 de enero, escoge al presidente. El Senado escogería al vicepresidente.

Según un estudio del Servicio de Investigación del Congreso, que recoge la CNN, se haría una elección contingente el día 6 de enero, inmediatamente después de que los miembros del Congreso se hubieran reunido para contar los votos electorales y que hubieran constatado que ningún candidato tenía mayoría.

Un proceso que todavía dividiría más el país

La nación quedaría claramente dividida. Los legisladores podrían verse divididos entre dar apoyo a su candidato preferido y lo que prefieren los votantes de su estado. En una elección contingente, la Cámara de Representantes elige al presidente y el Senado elige al vicepresidente. Los miembros de la Cámara de Representantes solo pueden escoger entre los tres primeros finalistas del Colegio Electoral para presidente, y los senadores pueden escoger entre los dos primeros finalistas para vicepresidente.

Tal como recoge la CNN, en vez de votar de manera individual, cada delegación estatal en la Cámara tendría un voto, aunque no se explica como las delegaciones estatales escogen al candidato preferido. Una mayoría simple, 26 votos de las delegaciones estatales, designaría al nuevo presidente. Si las delegaciones estatales en la Cámara de Representantes no seleccionan a un presidente antes del día de la toma de posesión, el 20 de enero, el nuevo vicepresidente seleccionado por el Senado se convertiría en presidente interino.

Es posible que el Senado pueda seleccionar un vicepresidente cuando la Cámara de Representantes esté en un punto muerto, porque en el Senado cada senador tendría un voto, destaca el mismo portal. Si el Senado no ha elegido a un vicepresidente antes del 20 de enero, el plan de sucesión presidencial de la 20.ª enmienda entraría en vigor temporalmente. El primero en la fila después del vicepresidente será el presidente de la Cámara de Representantes, actualmente Mike Johnson, aunque podría ser otro republicano o un demócrata si los demócratas obtienen la mayoría en la Cámara en noviembre. Un proceso bastante complejo.