Emmanuel Macron ha pedido a Gabriel Attal que se mantenga de manera temporal como primer ministro de Francia para mantener la estabilidad después de que una elección general anticipada dejara el país ante un parlamento sin mayoría y tensas negociaciones para formar un nuevo gobierno. Attal, que presentó su dimisión el domingo mismo, ya advirtió que se mantendría en el cargo en funciones el tiempo que hiciera falta. Por ahora, sin embargo, después de la sorpresa electoral que nadie esperaba, los partidos de izquierda quieren aprovechar el momento. Precisamente por este motivo, el lunes se reunieron para discutir políticas y posibles candidatos a primer ministro. La alianza verde-zurda, el Nuevo Frente Popular (NFP), sorprendió a los encuestadores al quedar en primer lugar en la ronda final, una victoria que se consideraba muy improbable, ya que las encuestas preelectorales pronosticaban un ascenso de la extrema derecha a la delantera.

Le Pen / Efe

A pesar de todo, el asunto pinta gris en Francia. Sin una mayoría absoluta, los esfuerzos por formar un nuevo gobierno francés podrían durar semanas. Las elecciones anticipadas se convocaron el mes pasado después de una derrota humillante ante el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen a las elecciones parlamentarias europeas. El NFP ganó 182 escaños a la asamblea nacional de 577, con la coalición centrista Juntos de Macron obteniendo 168 diputados y el RN –que después de la primera vuelta el 30 de junio había estado buscando una mayoría– acabó en tercer lugar con 143. Como ningún grupo consigue una mayoría absoluta, las opciones incluyen un gobierno tecnocrático de expertos, el NFP intentando formar un gobierno minoritario y buscando apoyo proyecto de ley por proyecto, o una amplia coalición de centroizquierda y centroderecha.

La situación sin precedentes se desarrolló cuando Macron, que dijo que esperaría hasta que el parlamento estuviera "estructurado" antes de tomar cualquier decisión sobre un nuevo gobierno, tenía previsto abandonar el país el miércoles para asistir a una cumbre de la OTAN en Washington. Attal había dicho anteriormente que estaría dispuesto a mantenerse en el cargo de forma interina durante el tiempo que fuera necesario para ayudar a supervisar una transición fluida hacia un nuevo gobierno, si se pudiera encontrar uno en un parlamento dividido en bloques opuestos. Macron le pidió que se quedara "de momento, para garantizar la estabilidad del país". Jordan Bardella, presidente del partido RN que dirigió la campaña, dijo que aceptaba su parte a la "derrota" de las elecciones parlamentarias, así como el éxito de las elecciones europeas en que su partido encabezó las encuestas en Francia.

La dificultad en desencallar la situación

El ganador de las elecciones francesas ha sido inesperado, pero el resultado no lo ha sido tanto: un parlamento sin mayoría y formado por tres bloques opuestos. Sin ningún tipo de tradición de trabajar juntos, ni negociar y lejos de formar coaliciones entre ellos. Y es que, según la Constitución francesa, sea cual sea el resultado de todo, no habrá elecciones hasta dentro de un año. Una participación histórica, del 66%, superando con 20 puntos los anteriores comicios, no ha servido para desencallar la situación. Y este escenario, ocurre pocos días antes de empezar los Juegos Olímpicos. ¿En este contexto, cuáles podrían ser las opciones?

Jordan Bardella / Efe

Viendo los resultados, alguien podría pensar: '¿por qué no pactan?'. Y es que, a diferencia de muchos países, en Francia no hay tradición de coaliciones ni pactos. Aunque algunas figuras de la izquierda e incluso de centro, ya han asegurado que estas podrían ser las únicas opciones para Francia. De hecho, tal como recuerda el The Guardian, el ex primer ministro Édouard Philippe, al antiguo aliado de Macron François Bayrou y la líder de los Verdes Marine Tondelier eran los que la semana pasada hablaban de una coalición anti-RN, desde la izquierda moderada hasta el centroderecha, se podría unir en torno a un programa legislativo básico.

La idea de Gabriel Attal era otra. Esta semana pasada dijo que quizás los partidos tradicionales podrían formar diferentes alianzas para aprobar leyes individuales. Macron ha probado esta estrategia desde que perdió la mayoría en el 2022, pero con un éxito limitado, teniendo que recurrir en numerosas ocasiones a poderes constitucionales especiales como el impopular artículo 49.3 para impulsar leyes sin una votación parlamentaria.