Irlanda del Norte irá a elecciones anticipadas el próximo 2 de marzo, después de la dimisión del viceministro principal de Irlanda del Norte y dirigente de Sinn Féin, Martin McGuinness. Esta marcha venía, sin embargo, motivada por una crisis de gobierno provocada por un escándalo de corrupción en un polémico plan de energía.
Así lo ha anunciado el delegado de los gobiernos británico en Irlanda del Norte, James Brokenshire, que ha anunciado la convocatoria de elecciones para el próximo 2 de marzo y la disolución de la cámara legislativa para el próximo 26 de enero. McGuinness dimitió el pasado 9 de enero en protesta por la decisión de la ministra principal, Arlene Foster, quien se negó a apartarse del cargo mientras duraba la investigación sobre un polémico programa energético.
Una vez pasados los siete días de plazo que tenía el Sin Féin para proponer un nuevo candidato, que acababa hoy a las cinco de la tarde, se han convocado las elecciones automáticamente. Con la dimisión de McGuinness, y sin sustituto, la primera ministra pierde también su poder. Eso se explica con los Acuerdos del Viernes Santo, que establecen que el gobierno no puede funcionar si su ministro principal o su adjunto -el viceministro- dimiten, ya que tienen el mismo status.
Las nuevas elecciones podrían hacer perder votos a los unionistas del DUP, que irían a parar al más radical Partido Unionista del Ulster (UUP). Eso, dejaría en mejor posición a Sinn Féin, que podría convertirse por primera vez después de los acuerdos de paz en uno de los principales partido. De hecho, podría ser que su cabeza de lista se colocara al frente del Gobierno norirlandés. Eso sí, siempre después de un largo y complejo proceso de negociación, al que ya están acostumbrados en Belfast.