La alegría de Eli Sharabi después de su liberación este sábado como rehén de Hamás se ha diluido tan pronto como ha preguntado por el estado de su familia. Su mujer y sus dos hijas fueron asesinadas por los terroristas en el ataque del 7 de octubre del 2023, también su hermano durante el cautiverio en Gaza. Sharabi ha vivido 491 días secuestrado sin ser consciente de esta devastadora noticia, a la cual se ha tenido que enfrentar cuando su madre y su hermana lo han recibido después de volver en su país de origen, según ha informado al Estado de Israel en su cuenta oficial en la red social X.

Hamás secuestró a Sharabi durante su asalto en Beeri, un distrito del sur de Israel muy próximo a la Franja de Gaza. En esta incursión, los islamistas asesinaron a su mujer Lianne y sus hijas, Noiya, de 16 años, y Yahel, de 13, en su casa. Sharabi y su hermano Yossi, con quien mantenía un estrecho vínculo, fueron encarcelados por los terroristas. Aparentemente, el rehén liberado estaba al corriente de que su hermano había sido asesinado. Israel asegura en el tuit que los responsables de esta tragedia son unos "monstruos" que, además, le han hecho "desfilar en el escenario como último acto de tortura antes de liberarlo a la Cruz Roja". "Mirad qué le han hecho", denuncia el Estado hebreo en X.

Durante la incursión del 7 de octubre, la familia se escondió en una habitación segura, pero Hamás los encontró y asesinó a Lianne y sus hijas y secuestró a Sharabi y su hermano. Tres meses más tarde, sin embargo, las autoridades israelíes confirmaron que Yossi había sido asesinado y que los islamistas retenían su cadáver. La liberación de Sharabi y dos rehenes más ha impactado al mundo por su aspecto, el cual recuerda a "las fotografías de los supervivientes del holocausto y sirve como un recordatorio más del peor fracaso a la historia del Estado —Israel— y la necesidad de investigarlo a fondo", afirma el Consejo de Octubre, el representante de las familias directamente afectadas por el ataque de Hamás del 2023.