Elon Musk ha dado la cantidad máxima permitida por la ley en las campañas de siete congresistas republicanos que han defendido la destitución de jueces contrarios a las políticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Según The New York Times, el magnate tecnológico ha destinado miles de dólares a estos legisladores, los cuales han presentado o dado apoyo a iniciativas para destituir magistrados que han bloqueado medidas clave de la administración republicana. La contribución de Musk llega en medio de una escalada de tensiones entre Trump y el poder judicial, especialmente a raíz de la decisión del juez James E. Boasberg del Tribunal de Distrito Federal de Washington, que ordenó a la Casa Blanca que devolviera a los Estados Unidos los presuntos miembros de bandas venezolanas que habían sido deportados en El Salvador. En respuesta, Trump denunció a las redes sociales que Boasberg tendría que ser destituido, una posición que Musk ha reforzado con varios mensajes en X, la red social que él mismo posee, afirmando que hay un "abuso extremo del sistema legal".

Entre los beneficiarios de las donaciones de Musk hay los congresistas republicanos Eli Crane (Arizona), Lauren Boebert (Colorado), Andy Ogles (Tennessee), Andrew Clyde (Georgia), Derrick Van Orden (Wisconsin) y Brandon Gill (Tejas), así como el senador Charles E. Grassley (Iowa). Gill fue quien presentó formalmente los artículos de destitución contra el juez que ordenó el gobierno a hacer volver a los presuntos delincuentes venezolanos, mientras que Boebert manifestó su apoyo a esta iniciativa y recibió el aval público de Musk en X. Por su parte, Crane ha propuesto destituir al juez Paul A. Engelmayer del Tribunal de Distrito Sur de Nueva York, el cual había restringido temporalmente el acceso del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) a sistemas financieros federales.

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Estas donaciones demuestran que pedir la destitución de los jueces que frenan las medidas de Trump puede suponer un ingreso económico en campaña. Sin embargo, diversos de los congresistas beneficiados han asegurado que sus acciones no están motivadas por el apoyo de Musk, sino por una defensa de los valores republicanos y de la agenda de Trump. "No lo hicimos porque Elon Musk nos hiciera una donación de campaña, pero es fantástico que nos dé apoyo", ha asegurado Crane. Clyde, por su parte, ha indicado que "no tenía conocimiento previo que Musk haría una donación", mientras que Ogles ha destacado que se siente "honrado" por el apoyo del magnate.

La intervención de Musk en el debate sobre la destitución de jueces no se ha limitado a sus donaciones, sino que también ha reforzado la posición de Trump mediante su súper PAC, un comité de acción política creado por el magnate tecnológico. Este es en la práctica un grupo de soporte financiero que destinó casi 300 millones de dólares durante las elecciones presidenciales del 2024 y recientemente ha invertido 1 millón en anuncios a favor del presidente. Musk, que inicialmente se mantuvo distante de la campaña de Trump, ha acabado convirtiéndose en uno de sus aliados más poderosos, utilizando tanto sus recursos financieros como su influencia en las redes para defender la agenda republicana.

El apoyo de Musk a los congresistas que promueven la destitución de jueces ha generado preocupación entre los legisladores demócratas y en sectores del poder judicial. El juez jefe del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., hizo una declaración institucional para recordar que "la destitución no es una respuesta adecuada al desacuerdo sobre un fallo judicial", incidiendo que el sistema de revisión de apelaciones es el mecanismo establecido para resolver disputas jurídicas. Sin embargo, la posición de Musk y su influencia económica podrían seguir presionando al Congreso de los Estados Unidos para que avance en los intentos de impeachment contra jueces que desafían a la administración Trump.