Emmanuel Macron ha impulsado una "ley de emergencia" para reconstruir Francia tras los disturbios, que han dejado una factura de 1.000 millones de euros en destrozos, el turismo desplomado y 4.000 detenidos. En una jornada en el Elíseo para abordar el aumento de la violencia, el presidente ha trasladado a los más de 200 alcaldes asistentes "todo el apoyo" y "reconocimiento" por las acciones desarrolladas durante la revuelta de los últimos días. "Si estáis aquí es porque habéis sido las víctimas de forma directa y personal, porque vuestras familias y personas amadas se han visto afectadas", ha dicho.
Es en este contexto que Macron ha dado las gracias a los alcaldes "con la misma solemnidad" con la cual ha mostrado su agradecimiento a los policías, gendarmes, agentes municipales y bomberos por su trabajo. Así pues, ha anunciado la aprobación de una "ley de emergencia" para acelerar la reconstrucción del mobiliario urbano y edificios en las ciudades más afectadas por los disturbios. También ha prometido destinar ayuda financiera a estas localidades para "reparar carreteras, establecimientos y escuelas". "Seremos muy firmes", ha insistido. Por otra parte, el presidente ha asegurado que el "pico" de violencia ya "ha pasado" —aunque ha pedido "cautela", en un intento de tranquilizar a los más de 200 alcaldes presentes. "Esta es nuestra mayor prioridad, es lo que todos buscamos", ha incidido en relación con la vuelta a la normalidad.
Contra La Francia Insumisa
En esta línea se ha expresado la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, que ha defendido la importancia de la "unidad nacional" y ha acusado a los izquierdistas de La Francia Insumisa de "instrumentalizar" la muerte del joven Nahel. Concretamente, ha criticado Jean-Luc Mélenchon de "negarse a condenar la violencia" que ha golpeado el país durante la última semana y de "tirar más leña al fuego". "Con la vuelta a la calma, los debates se reanudarán, cosa que es normal en una democracia. Pero creo que es importante que eso no eclipse la unidad nacional", ha manifestado.
Por su parte, el Ministerio de Transporte ha indicado que los servicios de trenes y autobuses se mantendrán abiertos hasta las 22.00 horas —una hora más de lo que se fijó el viernes pasado, cuándo se suspendió el servicio a partir de las 21.00 horas. En este sentido, está previsto que este miércoles comparezca el ministro Gérald Darmanin ante el Senado para abordar la situación que ha atravesado el país durante la última semana después de la muerte de Nahel. Hoy por hoy, los datos apuntan que un total de 3.486 personas han sido detenidas y que 12.202 vehículos han sido incendiados, a la vez que más de un millar de viviendas han sufrido daños por todo el país desde el 27 de junio. La justicia ha procesado a 374 personas.