La detención de Pável Dúrov, CEO de Telegram, todavía trae cola en la república francesa, y el presidente francés Emmanuel Macron ha tenido que salir a desmentir ciertas acusaciones en torno al arresto del empresario el sábado en el aeropuerto de París-Le Bourget. Macron ha denunciado a través de su cuenta de X, que está circulando información falsa en torno a la detención de Dúrov y asegura que "Francia está comprometida con la libertad de expresión y comunicación, la innovación y el espíritu empresarial", y que seguirá estando. "En un Estado de derecho, tanto en las redes sociales como en la vida real, las libertades se ejercen dentro de un marco establecido por la ley para proteger a los ciudadanos y respetar sus derechos", ha insistido el presidente francés. Las declaraciones de Macron vienen precedidas de la acusación de Rusia, que ve una motivación política y la intención de acceder a la información confidencial de los usuarios de Telegram. Por eso Macron ha reiterado que el arresto del presidente de Telegram en tierra francesa se produjo en el marco de una investigación judicial en curso, y que "no es de ninguna manera una decisión política" y que corresponderá a los jueces tomar una decisión.
Por otra parte, el responsable de la oficina del Ministerio del Interior, que se encarga de la lucha contra las violencias ejercidas sobre los menores (OFMIN), ha dicho lunes que la detención de Dúrov se basa en la falta de acción de su plataforma, especialmente en la lucha contra la pederastia. Su secretario general, Jean Michel Bernigaud, dice que en el centro este caso hay "la ausencia de moderación en Telegram y la falta de cooperación de la plataforma, especialmente en la lucha contra la criminalidad contra los niños". La Justicia Francesa habría pedido la colaboración del mismo Dúrov en varias ocasiones para hacer frente a las herramientas que la plataforma ofrece, como números de un solo uso y criptografía, que convierten a Telegram en una útil para llevar a cabo delitos como tráfico de drogas, pedofilia y fraude. Dúrov siempre se ha defendido de estas acusaciones y aunque Telegram es una red de mensajería encriptada, asegura que "no tiene nada que ocultar" y que cumple "con las leyes de la Unión Europea". La misma plataforma emitió un comunicado desmintiendo las acusaciones y asegurando que "Telegram cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales, y que su moderación se encuentra dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente".