Kimberly Potter, la policía que disparó mortalmente a la cabeza del joven afroamericano de 20 años Daunte Wright la semana pasada a Minnesota ha sido detenida e imputada por homicidio involuntario. Después de haber pagado la fianza de 100.000 $ impuesta por el juez del contado de Hennepin, la expolicía ha quedado en libertad a la espera del juicio.

El arresto llega tan sólo un día después de que Potter dimitiera del cargo que ocupaba desde hacía 26 años y en medio de la cuarta jornada de disturbios en las calles de Minneapolis, en protesta por este nuevo caso de brutalidad policial.

Se confundió de arma

Wright, un joven de 20 años y padre de una criatura de 2, fue disparado dentro de su vehículo mientras huía de un control policial de tráfico. Potter tenía la intención de detener Wright, ya que tenía una orden pendiente de arresto.

En el vídeo grabado por la cámara corporal del agente, se oye a la policía llamar "tàser", una pistola eléctrica diseñada para inmovilizar, varias veces. Según su propia versión, Potter se confundió de arma y a pesar de este aviso, disparó Wright con su arma reglamentaría en la parte posterior de su cabeza.

 

 

La madre de Wright explica que habló por teléfono con su hijo cuando la policía lo paró, momentos jut antes de su muerte, pero la policía ordenó que dejara el dispositivo. Momentos después, la pareja de Wright la volvió a llamar, "enfocó el teléfono hacia el asiento del conductor y mi hijo estaba estirado allí, sin vida," dijo en las lágrimas.

"Esa fue la última vez que vi a mi hijo."

¿Homicidio involuntario?

La Fiscalía parece estar de acuerdo con la versión que Potter da de los hechos, alegando que la muerte fue a causa de un accidente.

El abogado de la familia Wright, Ben Crump, que también ha representado a otros familiares de víctimas por brutalidad policial como George Floyd o Breonna Taylor, cree que "no fue un accidente. Fue un uso de la fuerza ilegal, intencionado y deliberado... alguien con 26 años de experiencia en el cuerpo sabe la diferencia entre una pistola tàser y un arma de fuego".

Por su parte, la tía de la víctima también ha rechazado la versión de la policía: "Vi el vídeo igual que todo el mundo lo vio. Aquella mujer tuvo el arma delante suyo durante un buen rato".

Potter está imputada por homicidio involuntario, un delito que en el estado de Minnesota está penado por un máximo de diez años en la prisión y una multa de 20.000 $. Ya que la acusada no cuenta con antecedentes criminales, la pena podría ser rebajada.

Según la ley de Minnesota, una persona puede ser declarada culpable por homicidio involuntario si se puede demostrar que creó una situación de riesgo consciente de que la acción podría tener consecuencias de daños físicos graves o la muerte de la víctima. Por lo tanto, la acusación tendrá que demostrar que Potter fue "culpable de negligencia" y tomó un "riesgo irracional" en su actuación.

Protestas contra la violencia policial

Las calles de Minneapolis vuelven a ser el escenario de llamamiento contra la brutalidad policial racista. Paralelamente al asesinato del joven Wright, la capital de Minnesota también protagoniza el juicio contra la expolicía Derek Chauvin, acusado de matar al afroamericano George Floyd ahora hace un año, y que se espera que acabará el lunes próximo.

En las protestas del movimiento por los derechos civiles Black Lives Matter (las vidas negras importan), los manifestantes han desafiado el toque de queda impuesto por el estado de Minnesota y se han concentrado delante de la comisaría de Policía Brooklyn Center, el suburbio de Minneapolis en el cual tuvieron lugar los hechos.

Según la policía local, en la cuarta noche de disturbios se han producido 24 detenciones de los 500 manifestantes.

Foto principal: cuarta noche de protestas en Minneapolis por la muerte del joven afroamericano Daunte Wright / Europa Press