En medio de las masivas e incesantes protestas antigubernamentales que ocupan las calles de Serbia desde hace casi seis meses, el nuevo primer ministro del país, Djuro Macut, ha asumido el cargo en un momento de crisis de poder. Endocrinólogo y profesor universitario de 62 años, Macut ha alcanzado el cargo sin ninguna experiencia política y siendo un personaje prácticamente desconocido por los ciudadanos. De hecho, su primera aparición pública se produjo el pasado enero en una movilización de apoyo al presidente, el populista Aleksandar Vučić, que junto con el partido gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) vive la mayor crisis de poder desde que domina la política del país, hace trece años.

Centenares de miles de personas han expresado su rechazo al actual gobierno del país balcánico, en unas protestas casi diarias lideradas por los estudiantes, que se celebran desde noviembre de 2024, cuando dieciséis personas murieron por el derrumbe de una marquesina de la estación de tren de Novi Sad, una tragedia que los detractores de Vučić atribuyen a la corrupción endémica y al autoritarismo del gobierno. La crispación se respira en las calles de las principales ciudades de Serbia, con manifestaciones masivas que demuestran la voluntad de gran parte de la población de derrocar al presidente serbio.

El nuevo primer ministro, defensor consagrado de Vučić, hizo su primera aparición pública en una movilización ultra en defensa del actual gobierno, desde donde explicó que se sumó al consejo iniciador para la formación del nuevo movimiento "Por el Pueblo y el Estado" por el deseo "de contribuir con sus conocimientos, experiencia, credibilidad y reputación internacional a la patria". Macut mostró su agradecimiento al presidente por haber sentado las bases de este movimiento "para la defensa de Serbia", con su SNS como "bastante central" contra las protestas antigubernamentales.

Mientras que la mayoría de los profesores han apoyado a los estudiantes que protestan y ocupan las facultades, Macut apoyó a los Estudiantes que quieren estudiar, una agrupación próxima a Vučić. Además, el nuevo primer ministro dedicó gran parte de su discurso a enaltecer su larga experiencia médica y destacó que como profesor universitario ha instruido a una veintena de promociones, que hoy son médicos reconocidos.

Aparte de estas palabras, Macut no había pronunciado ningún discurso político hasta la votación en el parlamento serbio de este miércoles, ni siquiera después de que Vučić le confiara el pasado 6 de abril la formación del gobierno. Las voces críticas con el ejecutivo populista aseguran que el primer ministro será una figura insignificante dentro de un sistema en el que Vučić controla todos los resortes del poder.