La Corte Federal del Distrito de Columbia ha condenado a 22 años de cárcel a Enrique Tarrio, líder de los Proud Boys, organización que comandó el asalto al Capitolio del año 2021. De 29 años y origen cubano, Tarrio ha recibido la condena más alta por el asalto al Capitolio de los Estados Unidos al ser "el líder último de la conspiración". Los miembros del grupo de los Proud Boys fueron condenados por sedición el pasado mes de mayo, en un juicio que duró hasta cuatro meses.
Cabecilla visible del complot
La condena de uno de los instigadores del asalto al Capitolio y seguidor de Donald Trump llega después de que otros cuatro cabecillas visibles de la revuelta fueran condenados a penas de entre 10 y 18 años de prisión. Con todo, sus abogados prevén recurrir la decisión de la corte federal, mientras que la fiscalía norteamericana pedía hasta 33 años de prisión para Tarrio al considerar que fue el cabecilla visible de un complot para romper la democracia de Estados Unidos al dirigir las actividades violentas contra el Congreso el día en el que debía ratificarse la victoria del actual presidente demócrata, Joe Biden.
"Si no tenemos una transición pacífica del poder, no tenemos nada", aseguraba este martes la Fiscalía en una audiencia en la que se ha leído la sentencia. Durante este procedimiento, Tarrio —que llevaba una vestimenta naranja como presidiario— ha expresado arrepentimiento y ha pedido perdón. "Los hechos del 6 de enero fueron algo que no tendría que haber sucedido, ya que fueron una vergüenza nacional," ha dicho Tarrio. Al mismo tiempo, ha defendido que los sublevados adoptaron la falacia de fraude electoral y creían que Donald Trump había ganado las elecciones el 3 de noviembre de 2020.
No estaba en Washington
El líder de los Proud Boys no estaba en Washington el día del asalto, ya que tenía una orden de alejamiento de la capital porque unos días antes había sido arrestado por quemar una bandera en una histórica iglesia de la comunidad afroamericana. Tarrio enviaba instrucciones a sus compañeros de grupo durante los días previos al asalto desde un hotel de Baltimore. Su ausencia del lugar de los hechos ha sido uno de los elementos en los que se ha basado la defensa de Tarrio, sin éxito.
"El plan de mi cliente no era ni destruir la propiedad ni asaltar a las fuerzas de seguridad", ha querido subrayar al abogado, aunque el juez Timothy Kelly haya hecho caso omiso.
El ataque empezó en las 10 de la mañana, cuando dos miembros de la organización convencieron a 200 personas para ir desde la Elipse hasta el Capitolio, saltándose barreras de seguridad. Aproximadamente, 10.000 simpatizantes de Trump se sublevaron, y unos 800 irrumpieron en el edificio. Hubo 5 muertos y unos 140 agentes heridos. Hasta 1.000 personas han sido arrestadas