Esta semana, varios vehículos de Tesla han sido objeto de ataques en los Estados Unidos, coincidiendo con la creciente polémica en torno a su director general, Elon Musk. En este contexto, una cuenta de la red social X próxima al magnate tecnológico ha difundido un vídeo falso en que se ve como una grúa destroza un vehículo de la marca. El perfil que ha compartido el contenido, denominado @cb_doge, ha denunciado que circulan vídeos generados con inteligencia artificial (IA) para perjudicar a Tesla y ha insinuado que existe una campaña organizada detrás. "Se informa de que los vídeos de IA falsos de Teslas dañados circulan por las plataformas de Meta. ¿Quién hay detrás de eso"?, ha escrito en su cuenta, generando especulaciones sobre una posible conspiración.
Fake AI videos of Teslas being damaged are reportedly circulating across Meta platforms.
— DogeDesigner (@cb_doge) March 22, 2025
Who's behind this? pic.twitter.com/xN3pmvEehL
El momento en que se puede identificar que se trata de un vídeo falso llega cuando la grúa entra en contacto con el capó del coche, instante en el cual se ve que el contenido ha sido generado por IA, porque los pinchos atraviesan la chapa del vehículo de manera antinatural. La cuenta insinúa que hay una campaña de Meta detrás de este tipo de vídeos falsos. Meta es la empresa del multimillonario Mark Zuckerberg y gestiona Facebook e Instagram, los cuales hacen la competencia a X en el mercado de las redes sociales. Musk no se ha pronunciado sobre esta teoría de la conspiración, pero sí que ha retuiteado en varias ocasiones contenido de @cb_doge. De hecho, este viernes el empresario sudafricano compartió una publicación del usuario en cuestión con la frase "No te metas con Tesla!". La cuenta de X —red social que Musk compró en el 2022 por 44.000 millones de dólares— ha sido acusada de ser un canal no oficial del magnate tecnológico para amplificar sus opiniones y exagerar sus hitos empresariales y políticos.
Don't Mess with Tesla!
— DogeDesigner (@cb_doge) March 21, 2025
Tesla ha estado en el centro de una oleada de ataques, especialmente desde que Musk ha asumido el liderazgo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), un organismo dedicado a recortar gastos y burocracia federal. En las últimas semanas, se han registrado incidentes en varios puntos del país, incluyendo Massachusetts, Washington y Carolina del Sur. Este martes, concesionarios de Tesla en Las Vegas y Kansas City han sufrido ataques graves, con varios vehículos incendiados. El FBI ha abierto una investigación y, según el diario The Washington Times, trata estos actos como un posible caso de terrorismo. "A los que consideren justificable o incluso admirable una cosa así, queremos informarles de que se trata de un delito federal. Les perseguiremos, les encontraremos y les procesaremos con todo el peso de la ley", advirtió al agente Spencer Evans.
En paralelo, el mercado de Tesla también se está resintiendo. Según datos de la empresa Edmunds, especializada en análisis del sector automovilístico, el número de propietarios de la marca en los Estados Unidos que cambian sus vehículos por modelos de marcas rivales ha llegado a un máximo histórico. En marzo del 2025, la cifra de cambios ha alcanzado el 1,4%, triplicando el 0,4% registrado el mismo mes del año anterior. Además, las búsquedas de modelos de Tesla en la web de Edmunds han caído al nivel más bajo desde octubre del 2022. Jessica Caldwell, directora de estudios de la empresa, ha señalado a CNBC que "el cambio en el sentimiento del consumidor hacia Tesla puede crear oportunidades para que los fabricantes tradicionales y las nuevas empresas de vehículos eléctricos ganen terreno". Esta tendencia coincide con el aumento de la implicación política de Musk, que ha asumido cargos controvertidos y ha reforzado su alianza con Donald Trump.
"Terrorismo doméstico"
En este sentido, Trump se ha pronunciado sobre los ataques a Tesla, calificándolos de "terrorismo doméstico". En una entrevista con Fox News, el presidente alimentó la teoría de la conspiración al declarar que "cuando atrapen a los responsables, y espero que lo hagan, se descubrirá que están siendo pagados por personas con una fuerte motivación política de izquierdas". Asimismo, la fiscal general de los Estados Unidos, Pam Bondi, secundó esta postura, afirmando que estos actos pueden ser considerados como terrorismo y comportar penas más duras para los responsables. El Departamento de Justicia ya ha imputado a varios sospechosos bajo este delito, con condenas mínimas obligatorias de cinco años de prisión. "Continuaremos las investigaciones para imponer severas consecuencias a los implicados en estos ataques, incluidos los que operan entre bastidores para coordinar y financiar estos delitos", aseguró a Bondi.
Con este escenario de fondo, la difusión de un vídeo falso sobre ataques a Tesla por parte del entorno de Musk no hace más que alimentar la narrativa de la conspiración. La estrategia parece clara: convertir a Tesla en una víctima de un supuesto complot para perjudicar a Musk y, de rebote, reforzar su posición política en un momento en que su popularidad y la de su empresa son cuestionadas.