Xi Jinping, presidente de China, y Vladimir Putin, presidente ruso, coinciden en que "hay que tratar de manera apropiada" la última prueba nuclear realizada por Corea del Norte.
Los dos líderes, reunidos durante la IX Cumbre de los BRICS, resaltaron el domingo la necesidad de "desnuclearizar la Península de Corea y mantener una comunicación y coordinación próximas para gestionar la nueva situación" fruto de la prueba nuclear realizada el domingo por Corea del Norte con una bomba de hidrógeno, la más potente usada hasta ahora por el régimen liderado por Kim jong-un.
Esta línea soft de ambas potencias se opone a la beligerancia mostrada por el presidente norteamericano Donald Trump, quien ha espetado expresiones como que "todas las opciones están sobre la mesa" o respondiendo "ya veremos" al ser preguntado sobre una intervención militar en Pyongyang. Esta estrategia del líder norteamericano ha generado una escalada de tensión que se encuentra en su punto máximo.
Asimismo, Corea del Sur tampoco apuesta por un conflicto armado, tal y como afirmó su presidente, Moon Jae-in, al recordar que "Corea del Sur es un país que vivió una guerra fratricida... La destrucción de la guerra no se volverá a repetir en este territorio".
La propuesta acordada por las dos superpotencias pasa por suspender la actividad nuclear tanto de Corea del Norte como de los Estados Unidos, en una estrategia que ha sido tildada como la "suspensión para la suspensión".
A parte del acuerdo presentado durante la Cumbre de los BRICS, Vladimir Putin alertó el viernes, dos días antes de la prueba con bomba de hidrógeno de Pyongyang, de que nos encontramos ante el peligro inminente de un "conflicto a gran escala", emplazando las partes a dialogar.