Turquía ha empezado la invasión del Kurdistán sirio. Las Fuerzas Aéreas del país presidido por Recep Tayyip Erdogan han iniciado este miércoles el ataque a las milicias kurdas del norte de Siria con bombardeos en las ciudades de Tal Abyad, Serê Kanye (Raso en el Ain), Qamishli y Ain Issa.
En estos bombardeos, perpetrados por hasta 25 cazas turcos y que han denunciado a las milicias turcas, han muerto dos civiles y un miliciano kurdo. También han resultado heridos cuatro civiles más entre los cuales hay un menor de 16 años.
Además, a última hora de este miércoles, el Ministerio de Defensa turco ha anunciado el inicio de la incursión terrestre en territorio kurdo y ha asegurado que su "único objetivo" son "los terroristas" y que centra sus esfuerzos en no dañar civiles ni las infraestructuras de la zona.
La ofensiva ha provocado, además, el inicio de desplazamientos masivos a las zona. "Los civiles en toda la frontera de Siria con Turquía tienen miedo y ha empezado una oleada de desplazamientos", ha indicado el Centro de Coordinación y Operaciones Militares de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza liderada por kurdos.
Un testigo de nacionalidad española, identificado como Olmo Veloso, ha indicado a Efe desde Ras al Ain que "la gente que ha ido saliendo era una mezcla entre la gente de la marcha y de la ciudad", asegurando que la ciudad se encuentra ahora "tranquila". También ha afirmado que los civiles que han huido "se están alejando de la frontera y otros están esperando a ver qué puede pasar".
Las ciudades atacadas se encuentran a decenas de kilómetros de la llamada "zona segura" por los turcos, o "mecanismo de seguridad" por los kurdos, donde Ankara busca reasentar dos millones de refugiados sirios que acoge. Qamishli, concretamente, es una de la ciudades más pobladas en el territorio que controlan los kurdos en el norte de Siria, donde Damasco también cuenta con el dominio de una amplia zona, incluido el aeropuerto.
La invasión ha sido anunciada horas antes por el mismo presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a través de un tuit, en qué ha informado que "las Fuerzas Armadas turcas, junto con el Ejército Nacional sirio (grupo opositor al presidente de Siria, Bashar al-Ásad) han iniciado la 'Operación fuentes de paz' contra los terroristas del PKK/YPG y el Daesh en el norte de Siria".
"Nuestra misión es prevenir la creación de un corredor de terror a través de nuestra frontera sur, y llevar la paz al área", ha reivindicado. "Preservaremos la integridad territorial de Siria y liberaremos a las comunidades locales de las garras de los terroristas", ha añadido el mandatario, con referencia a las YPG. Al mismo tiempo, cazas turcos han empezado a bombardear la ciudad de Ras en el Ayn, en el Kurdistán sirio, en una operación previa a la planificada ofensiva terrestre.
De esta manera, el presidente turco ha precisado que la ofensiva militar se dirige contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y contra las milicias kurdas que viven en el norte de Siria y que se agrupan bajo las Unidades de Protección Popular (YPG), las cuales han perdido durante la última semana el apoyo de los Estados Unidos, con la retirada de las tropas ordenadas por el presidente Donald Trump.
Hay que destacar que la ofensiva turca cuenta con miles de combatientes del autollamado Ejército Nacional sirio, anteriormente conocido como Ejército Libre sirio, el cual ha sido la principal oposición al ejército oficial de Siria leal al régimen de Bashar al-Ásad durante la guerra civil siria (2011 - actualidad).
La ofensiva se ha iniciado poco después de que Erdogan agradeciera en una conversación telefónica a su homólogo ruso, Vladímir Putin, su "postura constructiva" ante la ofensiva turca. Según ha adelantado la agencia RÍA, el vicepresidente del comité parlamentario de Asuntos Exteriores ruso, Vladimir Dzhabarov, ha asegurado que Rusia no se involucrará en el conflicto iniciado por el máximo dirigente turco, a pesar de invadir un aliado como es el regimen de al-Ásad.
Turquía aspira a controlar una franja adyacente a la frontera siria de 32 kilómetros de ancho y 480 de largo, desde el Éufrates hasta el Iraq. Este territorio está dominado por las YPG, que han establecido una administración local de facto que preocupa Ankara. Turquía considera terroristas a las YPG -aliadas de los EE.UU. en la lucha contra el EI- por sus vínculos con el grupo armado PKK, activo en territorio turco.