Turquía ya no será nunca más Turkey en los foros internacionales. El país ha decidido cambiar su denominación por su nombre en turco, "Türkiye", ya que el topónimo en inglés llevaba a confusiones indeseadas: en la lengua de Shakespeare, "turkey" también es un pavo. En enero, el presidente del país, Recep Tayyup Erdogan ya defendía esta decisión, porque considera que es la que "mejor representa y expresa la cultura, la civilización y los valores de la nación turca," y ahora su gobierno ha dado un paso adelante para cambiarlo formalmente. Dentro de sus fronteras, Turquía ya era conocida con esta denominación, que ahora también se utilizará en el ámbito internacional, tanto en el comercio como en las instituciones y todo tipo de actividades.
La ONU confirmó ayer tarde esta noticia, después de que el país se los comunicara por carta, y el secretario general de la organización, Antonio Guterres, asegura que el cambio de nombre será inmediato, ya que no hay ningún motivo para retrasarlo. El martes, el ministro de Exteriores del país publicaba en Twitter esta carta dirigida al portugués, donde le pedía que "el nombre del país en la ONU en lenguas extranjeras se registre como Türkiye". Esta es una idea que lleva años trabajándose en Ankara, para evitar la connotación negativa de la palabra Turkey en inglés.
Respeto internacional por el país
A finales del 2021, Erdogan publicaba tuits sobre su intención de aumentar "el valor de la marca" del país. Hasta ahora, se proyectaba internacionalmente como "Made in Turkey", que se podía traducir como "hecho a gallo de indio", o peor. Hay que tener en cuenta que una de las acepciones que recoge el diccionario Cambridge de "Turkey" es "persona tonta y estúpida". En este sentido, Erdogan, ha ordenado por decreto que todos los productos fabricados en el país sean etiquetados como "made in Türkiye", siguiendo lo que han ido haciendo muchas empresas desde hace 20 años.
"Hay quien puede considerar este cambio de nombre una decisión poco relevante, pero coloca Erdogan en el papel de protector y salvaguardia del respeto internacional por el país". Así ha analizado Mustafa Aksakal, profesor de historia en la Universidad de Georgetown en Washington D.C., la decisión del gobierno turco este jueves en el diario The New York Times. En junio del 2023, dentro de un año, cuando Erdogan cumpla 20 años al poder, Turquía celebrará elecciones presidenciales y también el centenario de su fundación después del desmantelamiento del Imperio Otomano.