"Con respecto a la medicina forense, tenemos dos retos principales. Uno es que fue un campo de batalla, pero unos días después, y cuando se empezaron a recibir rumores de ataque terrorista, la gente empezaba a venir a buscar a sus seres queridos. Así pues, el orden era evacuarlos fuera de esta zona cuanto antes mejor. Se trató como una zona de guerra, no como una escena criminal", explica la abogada penalista y miembro del proyecto DINAH, Ayelet Razin, sobre la masacre del 7 de octubre a los participantes del Festival Nova y a los habitantes de los kibutz. La también directora de la Autoridad para el Adelanto de la Condición Jurídica y Social de la Mujer constata que "no se hicieron fotos, no se tomaron medidas, no hubo forenses, no se trató como una escena del crimen. La segunda cosa es que en Israel, por cuestiones judías, tienes que enterrar al difunto tan pronto como sea posible". Es así como todo el trabajo forense que debería haberse hecho al principio, se está haciendo todavía ahora para intentar averiguar el máximo de información posible sobre el ataque, los hechos, las violaciones y los asesinatos.
En este sentido, en una conversación con periodistas en Tel-Aviv, Razin explicaba que toda la información que recogen por saber la cual pasó el día 7 de octubre de 2023 es a base de testimonios, imágenes y lo que han podido saber de terroristas y forenses. "Tenemos supervivientes de agresiones sexuales, tenemos rehenes liberados de cosas que presenciaron o de rehenes que todavía están en cautividad". Ahora bien, no son los únicos. También están las explicaciones de los testigos que llegaron primero al lugar de los hechos y vieron lo que, según la experta, son "cuerpos parlantes". Se trata de cuerpos que hablan por sí solos. De esta manera, comparte una serie de fotografías de las víctimas que no dejan lugar a la imaginación.
Razin habla de Amito Soussana, una superviviente que en vídeos –de blanco en las imágenes inferiores–se ve que unos cuantos hombres se la llevaron en cautividad. Estuvo en Gaza 51 días y después entró en la liberación de rehenes que se hizo hace un año. Después de unos días en cautividad, un guardia le fue preguntando por su vida sexual. A ella la retuvieron sola, un hecho que explican muchas rehenes mujeres. A las mujeres las suelen aislar del mundo y también de las unas con las otras. El guardia se sentaba a su lado y le tomaba el pelo y la tocaba, según explica. "Le preguntó varias veces cuándo tenía la regla". "Mi trabajo, en esta misión, es entender qué pasó y por eso tengo que hacer conexiones. No tengo ninguna otra explicación que el hecho de que ellos llaman a su botín femenino de guerra Sabaya, es decir, la mujer es tu propiedad. Puedes hacerle lo que quieras, cortarle la mano, dormir con ella no es una violación, es tuya. La única restricción en relación con dormir con ella es si está embarazada. Y esta es la conexión que hago. ¿Por qué si no estaba tan obsesionado con la regla? Me gustaría escuchar una explicación menos horrorosa", detallaba. "Un día, la soltó a lavarse y se quedó en la puerta con una pistola. Se sentó cerca de ella, ella cerró las piernas y le dio un puñetazo en la cara, pero la arrastró al dormitorio y la obligó a tener relaciones sexuales". De esta manera, destaca que esta persona es la misma que te protege y "la que te da de comer". "Estás allí con él en todo momento y no sabes si puede volver a pasar ni cuándo".
"Mientras hablamos, todavía hay 100 rehenes en cautividad. No es una cosa que podamos dejar atrás porque todavía está pasando, no podemos empezar nuestra curación si tenemos rehenes". Así, constata que los rehenes han perdido completamente su autonomía, no saben qué pasará al día siguiente y eso mismo lo describe como un "abuso mental" y una "pérdida total de control". Razin constata que no tienen ningún contacto con la realidad ni las noticias. Explica que la mayoría las mantienen en túneles y fuera de tratamientos médicos. "Todas las cautivas en Gaza han experimentado algún tipo de violencia sexual".
Relata que hay imágenes donde se puede ver que había una chica que estaba viva mientras la violaban. Estaba de pie y sangraba por la espalda. La estiró el pelo y le dispararon a la cabeza mientras la violaba. Le cortaron el pecho con un machete y jugaron con él". "A Blinken se le pasaron pruebas, donde una familia fue sacrificada en la mesa del desayuno, miembros de una misma familia fueron mutilados de diferentes maneras. También encontraron que a una madre se le había cortado un pecho". Argumenta que en Gaza han encontrado GoPros, ordenadores y mucha información nueva que se está catalogando e investigando. "Hay muchas imágenes que muestran un patrón de los abusos que vemos. Cuerpos desnudos completa o parcialmente. Muchos cuerpos quemados, con la boca amordazada, manos atadas, piernas abiertas y sin ropa interior". "También se ven muchos cuerpos desnudos y maltratados mutilaciones genitales, cortar los genitales con un machete o incluso, tiros en los genitales. Hay mucha violencia dirigida a los órganos sexuales". Destaca que los terroristas "querían demostrar su fuerza, no se escondían, lo difundían a las redes. Se cubrían con la sangre de sus víctimas".
Hay muchas fotografías que muestran manchas de sangre en los pantalones, en la parte de delante y de atrás. Sangre en la entrepierna. "No sabemos qué les ha pasado a estas chicas, sabemos que en un momento dado no tenían los pantalones manchados y después sí. Cuándo lo ves en un caso, quizás pensar, quizás tiene la regla, quizás se ha ensuciado... pero cuándo hay tantos casos... cuando lo ves repetidamente las conclusiones son otras". Razin constata que es posible que queden para saber muchas cosas, pero que, a pesar de todo, se tienen que conectar puntos. "Se han encontrado drogas, no sé si iban drogados, seguramente para estar más desinhibidos. Se han encontrado guías de pronunciación en hebreo, frases en letras árabes donde se puede leer 'sácate los pantalones', no la ropa, no los pantalones".
"Quizás nunca sabremos qué pasó, pero no se trata de Israel, Palestina, Hamás o Yihad. Se trata de una agenda radical del Islam extremo", insiste. Y reitera que es imposible no condenar un hecho de estas características, independientemente de lo que pienses del conflicto. Aunque la mayoría de testigos son mujeres, desde la organización se insiste en que también se han encontrado casos de hombres abusados sexualmente y mutilados. Preguntada para saber a ciencia cierta qué ha pasado, Razin subraya con cautela "tenemos indicios".
