El número de terremotos en Islandia ha ido creciendo de forma exponencial desde el pasado mes de octubre, y en la última noche se han registrado en torno a 1.000, según la Oficina Meteorológica de Islandia. Estos seísmos se concentran en el suroeste de la isla, cerca de la ciudad de Grindavík, y aunque no han sido terremotos de gran intensidad —no han superado el nivel 3 en la escala de Richter- el gran número de réplicas eleva el riesgo de una erupción volcánica para los próximos días. Los seísmos han abierto grietas en las carreteras y han provocado hundimientos en el terreno.
✈️ Islandia: ¿es seguro visitar el país ante la inminente erupción volcánica?
El servicio meteorológico detalla que la deformación asociada al túnel de magma que se formó el viernes se ha "ralentizado", hecho que podría indicar que "el magma se está moviendo más cerca de la superficie". El corredor de magma mide aproximadamente 15 kilómetros de longitud, y se extiende entre Kálfellsheiði, al nordeste de Svartsengi, hasta el mar, al suroeste de la península de Reykaness.
"No creo que pase mucho tiempo antes de una erupción, horas o pocos días. La posibilidad de una erupción ha aumentado significativamente", afirmó este sábado por la noche el profesor de vulcanología en la Universidad de Islandia, Thorvaldur Thordarson, en declaraciones en la televisión RUV. También apuntó que lo más probable es que la erupción se produzca en la misma ciudad de Grindavík, ya que el magma en esta área más bajo, pero no se descarta que pueda salir en otro punto de la grieta. Coincide con esta teoría el profesor de geofísica Magnús Tumi Guðmundsson, que plantea tres escenarios de más a menos probable. El primero, sería que la erupción se produzca cerca de Grindavík; el segundo, que finalmente no haya ninguna erupción, y el tercero; que la erupción se produzca en el mar.
Operación para rescatar los animales de Gindavík
Las autoridades islandesas declararon este sábado la situación de emergencia, después de determinar, según las últimas mediciones de sismicidad, que la situación actual es de grave peligro volcánico. Como medida preventiva se hizo evacuar la ciudad de Grindavík, y este domingo, la policía de la región de Suðurnes, a la cual pertenece la población, ha organizado una operación para rescatar animales que quedaron tras la evacuación, incluyendo ganado o caballos. Según apunta RUV, las autoridades también han permitido a los residentes de un barrio en concreto volver durante cinco minutos a casa para poder recoger pertenencias esenciales.
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