El ataque de Hamás contra Israel no tiene precedentes desde que este grupo integrista islámico controla dictatorialmente la Franja de Gaza. No solo con el lanzamiento de miles de cohetes contra localidades israelíes, sino también con una brutal incursión en territorio israelí que no tenía precedentes desde los años 70 con la guerra del Yom Kippur.
🔴 Israel declara el estado de guerra, DIRECTO | Última hora del conflicto con Hamás
La agresión de Hamás ha provocado 200 muertos y centenares de heridos, según los datos de la Estrella de David Roja, especialmente en localidades israelíes próximas a la franja, donde grupos de terroristas se han infiltrado en 7 localidades y han asesinado personas indiscriminadamente. Un kibutz ha sido atacado sin contemplaciones. Además de los asesinatos, los agresores han capturado rehenes y se los han llevado a Gaza. Los vídeos que circulan por la red son durísimos e impublicables. El ejército israelí ha tardado rato en responder a la agresión, como sucedió en el Yom Kippur durante el mandato de Golda Meir.
אנחנו במלחמה. pic.twitter.com/XNM3l7fEQH
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) October 7, 2023
El ataque de Hamás tendrá graves consecuencias en el Oriente Próximo. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha dicho abiertamente que están en guerra, y que no se trata de hacer como en otras ocasiones una simple una operación militar, por lo que se prevé una respuesta dura. Netanyahu ha pronunciado la temida expresión bemiljamá, es decir, el "estamos en guerra" de resonancias bíblicas. El hecho de que Hamás haya capturado rehenes complica todavía más la situación, porque hace que no se pueda descartar una incursión del ejercido de tierra israelí en la franja. Y eso significaría por sí solo una escalada del número de muertos por las dos partes. El ministerio de Defensa ha convocado a los reservistas.
¿Qué enfermos pueden defender eso en nuestra casa? pic.twitter.com/rYYXv6iuwV
— Josep Lluís Alay (@josepalay) October 7, 2023
De momento, Israel está realizando los habituales ataques aéreos sobre objetivos de Hamás en Gaza, y al mismo tiempo ha desplegado al ejército en localidades como Ashkelon, para anular las incursiones de terroristas en territorio israelí. Lo habría conseguido a media mañana, pero Hamás seguía lanzando cohetes contra Israel. La televisión israelí anuncia cada localidad atacada con unos letreros de color naranja con el nombre de la población. Continuamente aparecen, aunque con una frecuencia a la baja. Los cohetes han afectado desde las localidades próximas a Gaza, a Beersheba, Tel Aviv y Jerusalén.
La geopolítica
La sangrante ofensiva de Hamás coincide con la voluntad de dificultar los acuerdos de Israel con los países árabes, conocidos como los pactos de Abrahán, que dan estabilidad al Oriente Próximo. Próximamente, se tenía que firmar el acuerdo entre Israel y Arabia Saudita, que se consideraba decisivo para unir judíos con el mundo sunita, y si se produce una escalada en los próximos dos puede quedar aparcado. El ministerio de Exteriores Saudí ha pedido que "se acabe inmediatamente" la violencia.
Todos los gobiernos europeos han condenado la ofensiva de Hamás contra Israel. "Condeno firmemente los ataques terroristas que golpean actualmente a Israel. Expreso mi plena solidaridad con las víctimas, las familias y sus próximos," ha indicado el presidente francés, Emmanuel Macron.
Je condamne fermement les attaques terroristes qui frappent actuellement Israël. J'exprime ma pleine solidarité avec les victimes, leurs familles et leurs proches.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) October 7, 2023
Se da el caso que en Gazano vive ningún judío desde el 2005, cuando el primer ministro Ariel Sharon ordenó la retirada total de toda presència israelí para favorecer la paz. Los pueblos judíos fueron desplazados i hasta se retiraron los cementerios hebreos. Però la medida no sirvió para nada, como se vuelve a ver ahora.
El 1979 durante la negociación del tratado de paz entre Israel y Egipto, Menajem Beguín quiso ceder la Franja de Gaza, controlada en la Guerra de los Seis Días, a los egipcios, pero Anuar el-Sadat no la quiso de ninguna forma porque entendía que sería una fuente de problemas.