Las protestas en Nueva Caledonia ha seguido escalando aunque las autoridades impusieron el toque de queda y prohibieron las reuniones públicas en la capital delante. Centenares de ciudadanos hace días que salen a la calle de este territorio francés a protestar contra los cambios previstos en la constitución que permitirán que las personas francesas que hace diez años que están en la isla tengan derecho al voto. Todo ha resultado en una persona muerta y 130 de detenidas, pero el cambio constitucional se ha aprobado en París.
Las protestas están promovidas por el independentismo, que se opone a la reforma del censo electoral del territorio aprobada el martes por la Asamblea Nacional francesa. Con el cambio podrán votar en Nueva Caledonia personas llegadas desde la metrópoli los últimos años, cosa que diluirá el peso electoral de los independentistas, mayoritariamente indígenas de la isla. Sin embargo, formaciones independentistas han hecho un llamamiento a la calma como FLNKS, que a pesar de estar en contra de la reforma de la ley, quiere destensar la situación de violencia.
Francia quiere más influencia en el pacífico
Nueva Caledonia es país conformado por varias islas en el Océano pacífico. Actualmente, se encuentra bajo control francés y ha realizado varios referéndums cuestionando si el territorio tendría que ser independiente. El último tuvo lugar el año 2021 y, con un gran abstencionismo, se decidió permanecer bajo el control de Francia. Eso no ha apagado el movimiento independentista, el cual se encuentra con un Ejecutivo francés más interesado que nunca a mantener su influencia en esta región.
Emmanuel Macron, presidente francés, ha mostrado en varias ocasiones su interés en tener más control sobre el pacífico, región donde los últimos años tanto China o los Estados Unidos (EE.UU.). Eso contrasta con el Acuerdo de Noumea de 1998, donde Francia se comprometió a dar gradualmente más poder político en el territorio insular del Pacífico de cerca de 300.000 personas.
París ha calificado la situación de "insurreccional" y se ha anunciado el envío de cuatro escuadrones de antidisturbios para reforzar la dotación policial. Lunes en Noumea, la capital de este territorio insular situado a 17.000 kilómetros de la metrópoli y habitado por unas 270.000 personas, los manifestantes incendiaron automóviles, viviendas y fábricas, saquearon comercios y se enfrentaron con armas a las fuerzas de la orden, según fuentes EFE.