Los tentáculos del 'Qatargate' llegan más allá del Oriente Próximo. Según informa la prensa internacional este miércoles, las investigaciones del caso de corrupción en el Parlamento Europeo (PE) también implicarían a Marruecos y a un exeurodiputado italiano que habría recibido "regalos" del embajador de Rabat. Se trata del socialista Pier Antonio Panzeri, detenido la semana pasada junto con la ya destituida exvicepresidenta de la Eurocámara, Eva Kaili, y otros sospechosos, y que habría mantenido vínculos con el país cuando era eurodiputado, entre 2004 y 2019. Se prevé que los cuatro arrestados por la trama pasarán a disposición judicial este mismo miércoles para saber si seguirán entre rejas o si serán extraditados de Italia a Bélgica.
Detenido un responsable de las relaciones con el Magreb
Según varios medios que han tenido acceso a las investigaciones del 'Qatargate', como el alemán Der Spiegel, Panzeri fue miembro de la subcomisión de derechos humanos del PE y de la delegación responsable de mantener relaciones institucionales con los estados del Magreb. Además, el italiano tiene otro vínculo con Kaili: presidía la organización de derechos humanos 'Fight Impunity', donde trabajaba junto con la pareja sentimental de la exvicepresidenta, a Francesco Giorgi, hombre que también ha sido arrestado en el marco de las investigaciones de la trama de corrupción.
Implican a la mujer y la hija
Según Politico, el embajador marroquí en Polonia, Abderrahim Atmoun, hacía regalos a Panzeri, que después su mujer y su hija iban a buscar, "presuntamente al corriente de las actividades ilícitas". La policía habría conseguido, a través de escuchas a sus comunicaciones, pruebas que la pareja y la hija estaban involucradas en la trama, de la cual los tres se beneficiaban. De hecho, hablan de una tarjeta de crédito que utilizaban tanto la mujer como la hija, y que todavía no saben a quién pertenecería. Ahora, las dos han sido puestas bajo arresto domiciliario a la espera de que se sepa si las extraditarán en Bélgica. Según las autoridades italianas, Panzeri y Kaili guardaban en sus domicilios más de un millón y medio euros en efectivo.