El error de la administración Trump con la inclusión de un periodista en un chat de Signal donde discutían sobre planes de guerra en el Yemen ha sido todo un escándalo en los Estados Unidos. La Casa Blanca ha admitido finalmente este jueves que cometió un "error" al utilizar una plataforma sin grandes garantías de seguridad para discutir operaciones militares contra los hutíes. El editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, fue añadido a la conversación erróneamente y aprovechó la situación para denunciar el acto de negligencia exponiendo los mensajes del gabinete republicano. El gobierno ha asegurado que durante los días posteriores a la revelación ha sido "increíblemente transparente" delante de la avalancha de preguntas de los medios.
"No hemos negado nunca que eso fuera un error, y el asesor de Seguridad Nacional —Mike Waltz— asumió la responsabilidad, y hemos dicho que estamos implementando cambios", ha declarado la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. "Estamos investigando el asunto para asegurarnos que no vuelva a pasar", ha añadido. La administración Trump negó durante días que la filtración involuntaria a Goldberg hubiera supuesto ninguna revelación de los planes de guerra de los Estados Unidos. Ante la negativa, The Atlantic se vio obligado a publicar el contenido íntegro del chat para demostrar que sí que se habían explicado con detalle los pasos del ejército norteamericano contra los hutíes.
Las capturas del chat publicadas por la revista mostraban mensajes del secretario de Defensa dels Estats Units, Pete Hegseth, muy concretos sobre la operación en Yemen. "El tiempo es FAVORABLE. Acabo de CONFIRMAR con el CENTCOM que VAMOS con el lanzamiento de la misión", explicaba Hegseth sobre el Comando Central a los 18 miembros del grupo, entre los cuales había el secretario de Estado, Marco Rubio, o el director de la CIA, John Ratcliffe. Los usuarios del chat estaban al corriente de cada movimiento del ejército durante la operación. El secretario indicaba que "los F-18s han sido lanzados" o "empieza la ventana de ataque de los F-18"; "lanzado el ataque con drones".
En un momento determinado, Hegseth detallaba a sus colegas de gabinete que "los drones están sobre el objetivo" y en mayúsculas: "este es el momento en el que las primeras bombas caerán". Se trataba de la narración, paso a paso, de todos los movimientos del ejército norteamericano. Una información que, a diferencia de lo que ha sostenido la Casa Blanca esta semana, sí que trata sobre los planes de guerra contra los Houthis.
La polémica ha provocado un intenso debate sobre si la información compartida en este chat se puede considerar clasificada y cómo es de adecuado que altos funcionarios debatan planes de alta sensibilidad a través de Signal, una aplicación de mensajería encriptada, pero no controlada por el gobierno norteamericano. Trump, ha quitado importancia al asunto y ha defendido a su equipo de seguridad nacional, mientras que la Casa Blanca ha cargado contra Goldberg, a quien acusa de ser un "periodista sensacionalista anti-Trump".