Los escoceses votarán el 6 de mayo en unas elecciones en que la primera ministra, Nicola Sturgeon, busca conseguir una mayoría absoluta que le permita llevar a Londres el "mandato" para un segundo referéndum de independencia. En unos comicios marcados por la Covid-19, la aparición de Alba, el partido de l'exprimer ministro Alex Salmond y la disputa con el gobierno británico por un nuevo referéndum sobre la independencia, el experto del Centro on Constitutional Change Daniel Cetrà asegura en una entrevista a ACN que "la gran duda es si el Partido Nacional Escocés (SNP) tendrá mayoría por si mismo o si necesitará apoyos".

Con la mayoría, Sturgeon se juega poder presionar Londres con el "mandato" para un nuevo referéndum, dice el profesor de Política a la Universidad de Essex Robert Johns, que alerta de que no tener mayoría hará todavía más difícil que Londres acepte una nueva votación.

Igual que Cetrà y Johns, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Glasgow Robert Liñera dice que son unas elecciones "bastante ordinarias" donde básicamente lo que está en juego es si el SNP podrá revalidar gobierno con una mayoría absoluta y cuál será el primer partido de la oposición. "No hay ningún escándalo que afecte a la gestión del SNP", afirma Liñera.

En caso de que Sturgeon no tenga mayoría absoluta, Johns cree que el gobierno de Boris Johnson, que rechaza una nueva votación sobre la independencia, tiene más fácil argumentar que no existe un "mandato" para una votación.

Sin embargo, el profesor de Política en la Universidad de Essex defiende que más que ser un argumento "plausible" serviría para justificar la negativa de Johnson al referéndum. "No tendría demasiado sentido si es evidente que hay una mayoría de diputados en el parlamento escocés que quieren la independencia", señala.

La aparición del nuevo partido de Salmond

A la incógnita sobre si el SNP conseguirá la mayoría absoluta o no se suma la aparición en el escenario electoral del partido Alba, liderado por el exprimer ministro Alex Salmond. Según Liñera, el nuevo partido independentista ha sido un movimiento de Salmond para "reavivar su figura política" y "condicionar el debate interno" en el independentismo, presionado por una estrategia "más atrevida".

"Si todo va como dicen las encuestas y Salmond no entra el parlamento, el SNP será el único actor en la negociación con el gobierno británico", dice Liñera, eso sí, en caso de que Sturgeon alcance la mayoría absoluta. Con este escenario, la líder del SNP tendría las "manos libres" para escoger qué estrategia aplica para convocar un referéndum. De todos modos, Liñera incluso ve "margen de maniobra" si Sturgeon se ve forzada a pactar con los ecologistas.

En caso de que el partido de Salmond consiga representación en la cámara, Cetrà cree que tendrá un rol de "presionar" a Sturgeon para que abandone el "pragmatismo", pida inmediatamente el referéndum o lo impulse directamente desde el parlamento escocés. Este último es un escenario que contempla el SNP y que dejaría en manos de los tribunales decir si el parlamento de Holyrood puede sacar adelante un referéndum sin el consentimiento de Westminster. En todo caso, el programa del partido de Sturgeon apuesta por una votación "legal, constitucional y capaz de encontrar reconocimiento internacional y apoyo".

El histórico líder del nacionalismo escocés, Alex Salmond, ha formado un nuevo partido, Alba / REUTERS-ACN

"La introducción del partido de Salmond no transforma el resultado electoral, pero cambia la política interna del movimiento independentista", dice Johns destacando que es la primera vez que el SNP compite con un partido con una posición "más radical" sobre la independencia.

Cetrà coincide en que la entrada en el escenario electoral de Salmond "no perjudicará el global del voto independentista", pero apunta a "la excepcionalidad" de la batalla entre los dos grandes líderes del nacionalismo escocés.

"Estas elecciones tienen la dimensión excepcional de ver a Salmond, la gran figura del nacionalismo escocés de los últimos 30 o 40 años junto con Sturgeon compitiendo con el SNP y proponiendo un independentismo exprés al cual él mismo se opuso cuando era el líder del partido", añade Cetrà.

Además, el experto del Centro on Constitutional Change apunta que para el independentismo tanto la falta de mayoría del SNP como la división del movimiento podría "perjudicar" a la hora de pedir un nuevo referéndum. "Podría dificultar la lectura que hay un mandato para un segundo referéndum según la mentalidad dominante en Westminster", señala.

A pesar de la competición entre el "pragmatismo" de Sturgeon y "el independentismo exprés" que propone Salmond, Cetrà no prevé una disputa "inmediata" entre los dos líderes porque "hay unidad en lo esencial que es tener un referéndum". Con todo, cree que eso sí puede ser utilizado por la oposición unionista para "sugerir que las cosas no están tan claras" con respecto a la independencia.

La campaña y la oposición

En una campaña "de perfil bajo" por la Covid-19 y también marcada por la suspensión durante dos días por la muerte del duque de Edimburgo, el experto del Centro on Constitutional Change apunta que Sturgeon puede salir beneficiada de la gestión de la pandemia porque "ha transmitido un grado de profesionalidad más alto que Johnson". Además, la gestión sanitaria es competencia del gobierno escocés con lo cual "el gobierno británico había desaparecido del mapa en el último año en Escocia", añade.

"La gente pensaba que Escocia lo estaba gestionando mejor", coincide Johns, en que también apunta que los independentistas escoceses tienden a pensar que el gobierno escocés "lo hace mejor" que el británico y los unionistas al contrario.

Con respecto a los temas de la campaña, Liñera no ve "un tema claro", si bien señala el referéndum, la recuperación de la pandemia o la actualidad en la política británica como cuestiones recurrentes. "El referéndum está latente, pero se hablará hasta que no se resuelvan las elecciones", opina.

Sobre el posible efecto del Brexit en la votación, en cambio, Johns cree que será "menor". Para el profesor de Política en la Universidad de Essex, el hecho de que ganara la opción que el Reino Unido saliera de la Unión Europea aunque el 62% de los escoceses votara a favor de mantenerse no tendrá un papel decisivo en el resultado de estos comicios.

Más allá de sí el SNP obtendrá mayoría o no, la otra incógnita de las elecciones del 6 de mayo es qué partido será el segundo con más representación en el parlamento escocés.

Tanto conservadores como laboristas llegan a las elecciones "con liderazgos nuevos", pero "no particularmente populares", dice Liñera. El tory Douglas Ross y el laborista Anas Sarwar batallan para ser jefe de la oposición, pero Liñera lo ve como "una cuestión menor" en una escena política claramente dominada por el SNP.

Los tories, explica Cetrà, están teniendo un "mensaje ambivalente" porque piden el voto para que no haya referéndum pero al mismo tiempo defienden que no habrá votación porque gobiernan en Londres y no lo permitirán. Por su parte, los laboristas aspiran a escalar al segundo lugar con un discurso de "serenidad" que prioriza la gestión de la crisis económica y sanitaria, explica.

Sistema electoral mixto

Escocia tiene un sistema electoral mixto en que los ciudadanos tienen dos votos: uno para decidir el representante único de la circunscripción y otro para el partido político. Así se intenta compensar la elección de un solo representante político por cada circunscripción.

El parlamento escocés, conocido como Holyrood, tiene 129 escaños: 73 en juego a las circunscripciones y 56 a los partidos. Para alcanzar la mayoría hay que obtener 65. A la hora de repartir los escaños en la votación por los partidos se tiene en cuenta a los diputados que se han ganado a las circunscripciones con el objetivo de dar un resultado más proporcional.

Encuestas

Según las encuestas de YouGov, el SNP de Sturgeon obtendría un 49% del voto a las circunscripciones y un 39% a las listas de partido. Es decir, podría alcanzar a 67 diputados que le garantizarían la mayoría y mejorar resultados con respecto al 2016 (63 diputados).

El intento de Salmond para dar una alternativa al independentismo escocés quedaría en un fracaso según las encuestas, que le dan en torno a un 3% del voto de partido. Un resultado insuficiente para entrar en Holyrood.

Los tories y laboristas se mantienen muy cerca en la disputa para ser los líderes de la oposición. Los conservadores van ligeramente por delante con un apoyo del 21% en los dos votos que les darían 25 escaños. En cambio, los laboristas tienen menos fuerza en las listas de partido y se quedarían con 21 escaños, según las encuestas.

De todos modos, los sondeos pronostican pérdidas para las dos grandes familias políticas británicas, especialmente para los tories que hasta ahora tenían 31 diputados en Holyrood. Los laboristas tienen 24.

El partido ecologista escocés podría obtener hasta 11 diputados, cuatro más que en la última legislatura. Consolidarían así el ascenso de los últimos años. Los liberales se mantendrían como última fuerza con cinco escaños.

 

Imagen principal: La candidata del SNP, Nicola Sturgeon, se hace un 'selfie' con simpatizantes / REUTERS-ACN