ÚLTIMA HORA | Sigue el minuto a minuto del conflicto Rusia - Ucrania
Nuevos objetivos y nueva estrategia. El servicio ucraniano de espionaje militar afirma que Rusia quiere aplicar en Ucrania la división de Corea. Así lo ha asegurado este domingo la cabeza de la inteligencia del país, Kyrylo Budanov, que añade que este es el propósito de Moscú después del fracaso de su plan de apoderarse de todo el país. Como las tropas rusas no han podido derrocar el gobierno ucraniano y han sufrido duras derrotas en Kyiv, "hay motivos para pensar que Putin contempla un escenario al estilo coreano, consistente en una línea divisoria entre las regiones ocupadas y las no ocupadas de nuestro país". Hay que recordar que la división de Corea fue un suceso histórico que, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra fría, llevó a la fragmentación de la península de Corea en dos Estados soberanos: Corea del Norte y Corea del Sur. La frontera entre ambos países se fijó en el paralelo 38 por un acuerdo entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Hoy por hoy, los esfuerzos del Kremlin se concentran al crear un corredor terrestre con Crimea (anexionada en el 2014). Pero Budanov asegura que no lo han podido hacer porque han chocado con la "indomable y valiente" defensa de la asediada ciudad de Mariúpol. Sea como sea, el alto mando ucraniano consideró el viernes pasado que la primera fase de su intervención en Ucrania había concluido y aseguró el objetivo ahora es "la liberación" del Donbás, donde se ubican las autoproclamadas repúblicas separatistas del este del país.
La independencia del Donbás
El reconocimiento de la independencia de estas repúblicas es una de las condiciones que Rusia exige en Ucrania para un posible acuerdo de paz, tal como se plasmó en el pacto de quince puntos que avanzó el diario británico Financial Times. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dejado reiteradamente claro que toda negociación con el Kremlin tiene que llevar a "resultados significativos", bajo la premisa del respeto a la soberanía e integridad de su país. De hecho, en un mensaje reciente ha insistido en el hecho de que la integridad territorial tiene que estar "garantizada" y ha advertido que su población "no aceptará ninguna condición" que no respete esta soberanía.
Al respecto, el líder de la autoproclamada república popular de Lugansk, Leonid Paschenik, ha planteado este domingo abiertamente la posibilidad de declarar un plebiscito sobre la incorporación del territorio en Rusia. "Creo que en un futuro próximo se llevará a cabo un referéndum en el territorio de la república, en el cual la gente ejercerá su derecho constitucional absoluto y expresará su opinión sobre unirse a la Federación Rusa. Por alguna razón, estoy seguro de que este será el caso", ha declarado Paschenik en declaraciones recogidas por TASS. Rusia, no obstante, se ha apresurado a rechazar de momento cualquier tipo de especulación sobre esta posibilidad. "Ahora mismo no es el momento adecuado por eso", ha resuelto la cabeza de la comisión de la Duma sobre Integración Euroasiática, Leonid Kaláshnikov. "No podemos sembrar la confusión con tales preguntas cuando se está decidiendo el destino del frente en Ucrania", ha añadido en declaraciones recogidas por TASS.
El referéndum de Lugansk
El gobierno ucraniano ha respondido a las declaraciones de Paschenik y ha advertido que "ningún país del mundo" reconocerá el resultado de un referéndum como lo que pretenden llevar a cabo a la autoproclamada república separatista de Lugansk, ya que sería "ilegal". "Ningún país del mundo reconocerá el cambio por la fuerza de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania", ha afirmado un portavoz del Ministerio de Exteriores. Una consulta de estas características sería "ilegal" y, si saliera adelante, Rusia enfrentaría una "respuesta internacional" más contundente que las sanciones y que "profundizaría" en su aislamiento.
Hay que tener en cuenta que, de momento, Rusia no busca abiertamente la anexión ni de Lugansk ni de Donetsk. Las exigencias de Moscú al respecto son únicamente el reconocimiento de la independencia de las repúblicas, tal como ya hizo a Putin días antes del inicio de la guerra. El presidente ruso reconoció el 21 de febrero la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk. Tres días después, lanzó una ofensiva militar para "desnazificar" y "desmilitarizar" Ucrania con el argumento que el ejército cometía un "genocidio" de la población prorrusa en el Donbás. Así, el objetivo del Kremlin es "la liberación completa" del Donbás, donde las fuerzas prorrusas y el ejército ucraniano se enfrentan desde el 2014.