Los kurdos de Siria viven con preocupación la posibilidad que el grupo terrorista Estado Islámico (EI) aproveche el caos en el país, después de la caída del régimen de Bashar al-Asad, para lanzar ataques terroristas o asaltar las prisiones kurdas, donde están presos unos 12.000 yihadistas. Los responsables de seguridad a la Administración Autónoma en el Norte y Este de Siria (autoridad de facto) también temen que los integrantes del EI se infiltren a las instituciones del Estado sirio después de que el grupo extremista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomara el control en Damasco. Además, les preocupa que las grandes cantidades de armas saqueadas después del colapso del ejército sirio lleguen a manos del EI, y denuncian que los ataques turcos contra las fuerzas les restan esfuerzos en la lucha contra el terrorismo islamista.
El director del centro de prensa de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD, kurdosirias), Farhad Shami, advirtió sobre el control geográfico del EI en la Badiya siria, una vasta área al sur del río Éufrates y fronteriza con Jordania, donde el grupo tiene sus bastiones y ha conseguido controlar muchas rutas estratégicas. "Creo que el EI integrará algunos de sus miembros en instituciones oficiales o en algunas entidades militares de la nueva administración en Siria. Actualmente, los líderes y miembros del EI están libres en todo el territorio sirio, excepto a las zonas de la Administración Autónoma (zona del Kurdistán sirio donde operan las FSD)", ha añadido.
El EI ha llevado a cabo más de 15 ataques a Siria desde la caída del régimen de Asad el 8 de diciembre pasado, concentrados a la Badiya siria y el desierto de Raqqa y que han causado 60 muertos, de acuerdo con el periodista especializado en grupos terroristas Zana Omer. El martes, dos miembros de la seguridad interna kurda murieron en un ataque perpetrado por el EI contra un puesto de control a la zona de Kasrat, cerca de la ciudad de Raqqa. Al ataque, llevado a cabo por cuatro individuos en motos, también resultó herido un civil que se encontraba en el lugar.
La investigadora en terrorismo Lamar Arkandi considera que una parte importante del equipo militar robado de los almacenes de armas después de la caída del régimen de Asad podría haber llegado a manos del EI. Los kurdos también temen que el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, retire a las tropas norteamericanas desplegadas en el nordeste de Siria, que consideran un seguro contra el retorno del EI a la región, después de que intentara hacerlo durante su primer mandato. "Cualquier retirada de las fuerzas norteamericanas o de la coalición internacional del norte y este de Siria creará un gran caos, si se lleva a cabo antes de que se restablezca la estabilidad en Siria, ya que son una garantía contra el retorno del EI", ha declarado a Efe la viceministra de Asuntos Exteriores kurda, Gulistan Ali.
Los kurdos, atacados por todas bandas
La diplomática kurda también teme un ataque de las fuerzas leales a Turquía, como la facción del Ejército Nacional Sirio (SNA), contra las ciudades del Kurdistán, ya que, según su opinión, eso crearía un "descontrol de seguridad" que las células durmientes del EI aprovecharían para asaltar las prisiones y liberar miles de yihadistas detenidos, entre los cuales hay líderes y expertos en varios campos militares. Y los nervios están a flor de piel. A finales de enero de 2022, el EI llevó a cabo un ataque a gran escala contra la prisión central de Ghweiran en la ciudad de Hasaka, en el norte de Siria, donde había unos 2.000 yihadistas presos, cosa que posibilitó el escape de centenares y causó la muerte de más de 150 miembros de las FSD durante los diez días que duró el intento de recuperar el control de la prisión.
"Tenemos información sobre la intención del EI de llevar a cabo ataques contra centros de detención, y eso es un asunto grave, dado que las FSD están ocupadas repeliendo los ataques turcos y de las facciones mercenarias (en mención al SNA) en la zona de Kobani y Menbech", ha añadido Shami. En este sentido, Shami también señaló que los ataques turcos y las facciones proturcas contra las FSD les reprochan esfuerzos en la lucha contra el terrorismo. "Anteriormente, hacíamos operaciones diarias contra el EI, pero desde que se reanudaron estos ataques hace veinte días, solo hemos llevado a cabo una operación contra el EI".
"Sin los kurdos será imposible conseguir una Siria democrática"
El comandante general de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazloum Abdi, ha acusado a Turquía de intentar "cambiar la demografía" en Siria forzando el desplazamiento de los kurdos que viven cerca de su frontera. En una entrevista a la ACN y otros medios catalanes, Abdi avisa de que Ankara prepara un ataque contra Kobane, una ciudad de mayoría kurda y fronteriza con Turquía. Arran de la caída de Bashar al-Asad, el territorio autónomo del norte y el este de Siria, controlada por las FDS, espera negociar con el gobierno interino en Damasco una nueva constitución que reconozca su autonomía y derechos. Pero antes quieren que se detengan los ataques turcos y de sus grupos militares aliados. "Sin los kurdos será imposible conseguir una Siria democrática", dice.
Abdi reclama apoyo de Occidente "a la causa kurda dentro de una Siria unida". "Eso no quiere decir que los kurdos se tengan que separar de Siria", puntualiza el jefe militar de las FDS, las fuerzas lideradas por los kurdos que controlan la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria (AANES), también conocida como Rojava.
Desde el 2014, el Aanes se ha instaurado al territorio norte y este de Siria como un proyecto de gobierno descentralizado y compartido entre las diferentes comunidades (kurdos, árabes, cristianos y asirios) que defiende la protección de las minorías y los derechos de las mujeres. Rojava asegura que quiere integrarse en la Siria post-Asad, pero reclama en Damasco el reconocimiento de su autonomía. Primero, pero tienen que afrontar la amenaza de Turquía, de quien esperan una ofensiva inminente en Kobane. "Los turcos están desafiando la comunidad internacional con su objetivo de ocupar todas las ciudades kurdas de la frontera", advierte Abdi, y añade: "Turquía tendrá un rol negativo en Siria".
El diputado de ERC Ruben Wagensberg y el exdiputado de la CUP Carles Riera hacen un llamamiento "internacional" a dar "apoyo a Rojava" ante "la amenaza turca y yihadista" contra los kurdos. Los dos han viajado esta semana al Kurdistán occidental, en el norte de Siria, para reunirse con altos cargos de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (Aanes). En declaraciones en la ACN, Wagensberg ha expresado "el apoyo de Catalunya" a Rojava: "Quien derrotó a ISIS y que tiene una propuesta única y singular de coexistencia y convivencia, no puede quedar al margen de la solución política". "Su modelo no solo es válido para Siria, sino que para resolver conflictos en la región", ha añadido Riera.
¿Qué es el Kurdistán?
El Kurdistán es una región sin acceso al mar situada en Asia Menor, en el norte del Oriente Próximo y en el sur de la Transcaucasia. Históricamente reclamado por el pueblo kurdo, la etnia que lo habita, su territorio está repartido entre cuatro Estados actuales: Turquía, Iraq, Irán y Siria, a los cuales hay que añadir un pequeño enclave en Armenia.
"Lo que pasa con el Kurdistán es que son el pueblo mayor, casi unos 30 millones de personas, sin nación propia y están divididos en cuatro regiones diferentes", explicaba el director de contenidos y analista de El Orden Mundial, Blas Moreno, en una entrevista hace unos años a Revista Mirall. "Que se lleguen a independizar las cuatro regiones y que se puedan unir en algún momento dado es muy complicado". "Los kurdos no reclaman la independencia, la rechazan", expone el experto en el Kurdistán Quim Arrufat a la misma revista. "El pueblo kurdo no pide la independencia, pide un cambio. ¿Cuál es este cambio? Abandonar la actual República de Turquía para construir otra que no vulnere ni derechos ni libertades de los individuos y autonomía democrática por la zona kurda. Se pide que se acabe con el nacionalismo, con una nación uniformizada, pide reconocer la existencia de árabes, armenios, griegos de las diferentes regiones. Pero antes de que eso pase, están dispuestos a aniquilarlos como pueblo".
"No hay un consenso claro sobre la independencia del Kurdistán. Algunos la quieren y otros no. Aunque creo que se puede decir que ni el PKK ni sus seguidores quieren la independencia. Lo que quieren es algunas regiones autónomas dentro de Turquía, Siria, y el Iraq. Se llama el 'sistema lado', es similar a un gobierno federal. Ahora bien, los que dan apoyo al KDP (Kurdistan Democratic Party) sí que quieren la independencia de la región. Quieren un Kurdistán unido, pero creo que ahora mismo un Kurdistán independiente sería demasiado complejo", resaltaba la abogada y periodista Beybin Somuk, en este mismo artículo.