El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves que impondrá nuevas sanciones contra el Irán en respuesta al ataque contra Israel del pasado domingo. En un comunicado, ha detallado que las sanciones irán dirigidas contra la Guardia Revolucionaria iraní, el Ministerio de Defensa, y también contra el programa del gobierno iraní de misiles y drones que permitió el ataque. "Ayudamos a vencer este ataque, y hoy, responsabilizamos a Irán, imponiendo nuevas sanciones y controles en sus exportaciones", ha afirmado Biden. Estas nuevas sanciones han sido coordinadas con aliados europeos, que, según apunta el presidente de los EE.UU., también impondrán nuevas medidas para restringir los programas militares de Irán. "Que quede claro para todos aquellos que permiten o dan apoyo a los ataques de Irán: los Estados Unidos están comprometidos con la seguridad de Israel, y no dudaremos en tomar todas las medidas necesarias para haceros responsables", ha remachado Biden.
En total, el Departamento del Tesoro ha impuesto sanciones a dieciséis personas y dos entidades que permiten la producción y la prueba de vehículos aéreos no tripulados de Irán. También, contra personas que trabajan en nombre de la Guardia Revolucionaria Islámica, su división de producción de vehículos aéreos no tripulados, Kimia Part Sivan Company, y otros fabricantes iraníes de vehículos aéreos no tripulados y motores de vehículos aéreos no tripulados.
También sanciona cinco empresas proveedoras y los clientes de la Khuzestan Steel Company (KSC), una de las mayores productoras de acero de Irán; y el fabricante de automóviles iraní Bahman Group y tres de sus filiales, que han seguido apoyando materialmente la Guardia Revolucionaria y otras entidades sancionadas. Finalmente, el Departamento de Comercio impone nuevos controles para restringir el acceso de Irán a tecnologías como la microelectrónica básica de grado comercial. Las sanciones tienen como objetivo disminuir la capacidad de Irán, pero también son una forma de advertir a Israel que se puede responder al ataque iraní con sanciones económicas y sin la necesidad de una respuesta militar.