El caos se empieza a apoderar de Eswatini (anteriormente conocido como Suazilandia), un pequeño país situado en el África Austral que tiene el dudoso mérito de ser la última monarquía absoluta del continente.
Desde la noche de este lunes hay dudas que el rey, Mswati III, continúe en el país ante las cada vez más intensas y violentas protestas contra la monarquía que se están produciendo por todo el territorio. Fue la televisión sudafricana SABC quien aseguró que el monarca había abandonado el país, información que provocó que un portavoz del gobierno asegurara que Mswati III no había huido.
En cualquier caso, lo cierto es que las protestas antimonárquicas, que se originaron el pasado mes de abril a causa del asesinato por parte de la policía de un activista estudiantil, se han intensificado hasta tal punto que el gobierno ha desplegado al ejército, ha impuesto un toque de queda de 18h a 05h, ha suspendido las clases, ha limitado las telecomunicaciones -afectando internet y la telefonía móvil- y se han cancelado todos los vuelos de la única compañía aérea del país.
🇸🇿 Continúan los disturbios antimonárquicos en Eswatini. En Mbabane, la capital del país, se están quemando negocios vinculados a la monarquía. pic.twitter.com/RzoFeaYPXY
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) June 29, 2021
En las manifestaciones que de estos últimos días se habrían producido saqueos en negocios vinculados a la monarquía, fuertes enfrentamientos violentos con la policía y el ejército (incluso a través de tiroteos) y la irrupción en la sede del The Times of Eswatini, el medio más antiguo del país, al cual los manifestantes acusan de blanquear la monarquía.
Fuentes no oficiales ya hablan de más de una veintena de muertos a causa de las protestas, detenciones masivas por parte del ejército y la aplicación de la ley marcial en todo Eswatini. Ante esta ofensiva, tanto la rama local del EFF, un partido panafricanista originado en Sudáfrica, como el Partido Comunista de Eswatini, han llamado a la revuelta.
We're not saying it anymore, we're living it#KungahlwaKwenile #eSwatini pic.twitter.com/wVkuuk4a3l
— #KungahlwaKwenile pray for eSwatini�������� (@SeanSMbingo) June 30, 2021
La última monarquía absoluta africana
Seguramente era cuestión de tiempo que la revolución estallara en un país tan autoritario como Eswatini, donde los partidos políticos están prohibidos por la Constitución y el Rey es el Jefe de Estado, además de ser también quien nombra a los ministros del gobierno y los jueces del Tribunal Supremo y del Tribunal de Apelaciones, y quien designa a 20 de los 30 miembros del Senado, que tiene la limitada función de aconsejar al mismo monarca.
Y a parte de este control férreo de Mswati III, el país sufre fuertes violaciones de los derechos humanos. Sólo a modo de ejemplo, Amnistía Internacional ha denunciado que las relaciones homosexuales son delito, que hay violencia contra mujeres y niñas de forma sistemática, se usa la legislación para reprimir la libertad de prensa y el derecho a la información, se tortura a disidentes y periodistas y se producen centenares de desalojos forzosos.