La política exterior de la Unión Europea a menudo se ha caracterizado por su equidistancia en la mayoría de ámbitos y polémicas. Sin embargo, la reacción ante el caso del Qatargate está llevando la política europea a ser más contundente que nunca. La corrupción y la humillación en el corazón de Europa no pasa por alto fácilmente. Tanto es así, que la Eurocámara ha roto su histórico silencio sobre las violaciones de los derechos humanos en Marruecos, país que ha mostrado la complicidad en la trama de sobornos mencionada.

Los eurodiputados han aprobado una resolución donde se critican las vulneraciones de los derechos humanos en Marruecos. Según elDiario.es, a pesar de estar en punto de mira, las autoridades marroquíes habrían intentado influir en los eurodiputados para que esta resolución no llegara a buen puerto. Varios eurodiputados han denunciado que representantes marroquíes se desplazaron esta semana a Estrasburgo y enviaron correos electrónicos para pedir que los diputados se abstuvieran de votar a favor de esta resolución. Sin embargo, las nuevas presiones no han servido por nada. La resolución se ha aprobado con 356 a favor, 32 en contra y 42 abstenciones.

Ahora bien, la noticia más destacable es que entre estos 32 votos en contra hay precisamente los 17 diputados de los socialistas españoles (todos menos el de Iratxe García Pérex, portavoz del grupo en la Eurocámara), que se han alineado con tres eurodiputados no adscritos y doce diputados de la extrema derecha, y han roto con la línea de los socialistas europeos. Fuentes de la formación defienden que el voto se ha hecho por "responsabilidad" y que la voluntad del PSOE es mantener "unas relaciones francas basadas en el diálogo". Las mismas voces remarcan que la delegación socialista española está "comprometida de lleno" con el respecto a los derechos humanos y reitera que el diálogo es "el mejor instrumento para entenderse entre las partes". "España mantiene con Marruecos conversaciones en todas las cuestiones de interés común, como son la seguridad, la lucha contra el terrorismo, las relaciones económicas y comerciales, la lucha contra la migración irregular y también los derechos humanos", concluyen.

La resolución se centra en la libertad de expresión, a través del caso de un periodista. El documento insta a las autoridades marroquíes a "respetar la libertad de expresión y prensa, y garantizar a los periodistas encarcelados, en particular a Omar Radi, Souleiman Raissouni y Taoufik Bouachrine, un juicio justo con las debidas garantías procesales, su liberación inmediata y el cese del acoso a los periodistas, sus abogados y sus familias". Además, en el texto también se recoge: "Condenamos enérgicamente el uso indebido de acusaciones de agresión sexual por disuadir a los periodistas de hacer su trabajo y creemos que perjudica los derechos de las mujeres".

El Parlamento Europeo pide además a las autoridades marroquíes que paren el espionaje a periodistas y en su lugar pongan en marcha legislación para protegerlos; en paralelo, también pide a los Estados miembros de la UE que dejen de exportar tecnología de vigilancia a Marruecos. Sin ningún tipo de duda, un movimiento inusual para la diplomacia europea.

Vetar la entrada de representantes marroquíes

La Eurocámara también ha pedido estos jueves que se restrinja el acceso de los representantes del Reino de Marruecos en las sedes de la institución mientras dure la investigación por|para el escándalo de corrupción a lo que presuntamente estaría involucrado este país, además de Qatar y Mauritania, según recopilación Efe.