El proyecto comunitario europeo surge, no solo como un acuerdo comercial, sino como una herramienta para garantizar paz y prosperidad en el continente. Ahora, la Unión se encamina a lo que parece una nueva paz armada, que remite desgraciadamente a la época de rearme y tensión geopolítica que precedió las dos guerras mundiales del siglo pasado. La cumbre europea celebrada este jueves por la noche en Bruselas ha evidenciado el consenso amplio entre los Estados miembros para rearmar Europa ante la imprevisible hostilidad Rusia y el abandono de los Estados Unidos comandados por Donald Trump, que cuestiona a la OTAN y amenaza con salir. "El sentido de urgencia es claro, hay que actuar de forma decidida para acelerar la preparación europea en materia de defensa durante los próximos cinco años", ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. Con todo, la división también ha puesto de manifiesto entre los países del sur de Europa y los del norte y el este, que difieren en cómo se tiene que rearmar Europa.
Estados como España o Francia abogan para financiar el rearme con la emisión de deuda comunitaria, mientras que de otros como los Países Bajos se oponen frontalmente. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, ha subrayado que la salud financiera y la deuda sostenible "son importantes". Los líderes europeos tampoco se han puesto de acuerdo sobre qué se entiende por defensa: España e Italia, por ejemplo, piden que los préstamos comunitarios para reforzar la seguridad —unos 150.000 millones de euros— puedan ir para la ciberseguridad, comunicaciones o la gestión de fronteras. De hecho, Pedro Sánchez ha rechazado el uso del término "rearmar" utilizado en el plan de Bruselas y sostiene que la Defensa es algo mucho más amplio que las partidas ya previstas para comprar armas, drones, misiles y artillería. Una posición que comparece Giorgia Meloni. El sur de Europa también pide más margen fiscal y que no solo préstamos, sino transferencias a fondo perdido.
Von der Leyen, consciente de las diferentes "sensibilidades", sostiene que los planes para reforzar las capacidades defensivas recientemente presentados —el Libro Blanco para la Defensa y el plan para Rearmar Europa— tienen en cuenta elementos que van "más allá" de lo estrictamente militar. En la rueda de prensa posterior a la cumbre europea celebrada en Bruselas, la alemana ha remarcado que sus propuestas también aceptan que elementos como la ciberseguridad puedan beneficiarse de los préstamos europeos. "El nombre del Libro Blanco lo dice todo; se llama Preparación 2030, y el espectro más mucho más amplio y es el enfoque que estamos tomando", ha manifestado. Con respecto a las discrepancias en como financiar el rearme, los líderes de las instituciones comunitarias se limitan a señalar que se seguirán estudiando "opciones relevantes".
Our sense of urgency and common direction are clear.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) March 20, 2025
We are following up on our commitment to boost defence investment, with concrete steps.
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A pesar de las divisiones internas, los 27 han mostrado consenso a corroborar las últimas palabras de la presidenta la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de fijar el año 2030 como fecha límite para que la UE asegure sus capacidades defensivas. La líder alemana también ha recordado que la Comisión presentará la próxima semana la segunda parte de su Libro Blanco, el documento que fijará las bases para que el bloque comunitario se prepare para potenciales crisis como desastres naturales.
"Estar preparados para lo peor"
Durante la presentación del documento, la alta representante europea para los Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, reivindicó que el Libro Blanco no se ha elaborado para "entregar una guerra", sino para "estar preparados para lo peor". "Si se quiere evitar una guerra, se tiene que estar preparado por la guerra", añadió el comisario europeo para la Defensa y el Espacio, Andrius Kubilius, quien en el mismo turno ha subrayado la importancia de implementar todo el que aparece al documento. "Putin no se detendrá si le leemos el Libro Blanco; solo parará si lo ponemos en práctica y pasamos a la acción", ha manifestado. Al mismo tiempo, el dirigente lituano ha reivindicado que la seguridad de la UE tiene que dejar de depender en exceso de los Estados Unidos. "Hasta 450 millones de ciudadanos europeos no tendrían que depender de 340 millones de norteamericanos para defenderse de 140 millones de rusos que no pueden vencer a 38 millones de ucranianos; tenemos que hacerlo mejor y coger responsabilidades", ha resumido.