Decenas de países europeos han suspendido la tramitación de peticiones de asilo de refugiados sirios después de la caída del régimen de Bashar al-Asad. Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Letonia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza han anunciado en los últimos días que congelan temporalmente las solicitudes de asilo a la espera de ver cómo "evoluciona" la situación en el país del Oriente Próximo después de que los rebeldes e islamistas hayan derrocado al presidente. España, de momento, no se ha sumado a esta lista y ha descartado paralizar la tramitación de peticiones de asilo. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró este miércoles que esta decisión "no es necesaria", ya que las solicitudes de asilo de sirios representan un pequeño porcentaje del total, a diferencia de lo que sucede en otros países europeos. "Si en algún momento vemos que la situación cambia y que hay que tomar otra decisión se tomaría, pero en estos momentos no es necesario y no está encima de la mesa", precisó Albares.
100.000 solicitudes de asilo pendientes
Según datos de la Agencia de Asilo de la Unión Europea (EUAA), en torno a 100.000 solicitudes de asilo estaban pendientes de resolución en países de la Unión Europea el pasado septiembre, a las cuales hay que sumar unas 6.500 en el Reino Unido. Los diferentes países europeos han utilizado varias fórmulas para dejarlas en el limbo de forma temporal. Así, en Alemania, por ejemplo, "se ha rebajado la prioridad" de las solicitudes provenientes de sirios, de manera que las de otros países pasan por delante. En los Países Bajos se ha aprobado una moratoria de seis meses en relación con las "decisiones y retornos" sobre refugiados sirios, mientras que en Bélgica se han suspendido los expedientes en tramitación y las entrevistas programadas.
La justificación sobre esta decisión en los diferentes estados ha sido común: "no hay bastante información ni claridad" sobre la situación en Siria para tomar una decisión sobre el asilo. A la espera de que se configure un nuevo gobierno en el país asiático y se evalúe la estabilidad política en el país, también sobrevuela la posibilidad de deportar a los sirios que viven en la Unión Europea, una idea que de momento, solo ha abordado el ministro del Interior austríaco, el conservador Gerhard Karner, que ha explicado en un comunicado que ha encargado elaborar "un programa de repatriación y deportación en Siria".
Desde el estallido de la guerra civil en el año 2011, millones de desplazados sirios han buscado refugio, mayoritariamente en países vecinos, como el Líbano, Jordania, Iraq, Egipto y especialmente, Turquía, donde hay unos 3 millones. Aunque Europa no ha sido el principal sitio de llegada de refugiados de Siria, desde 2013 han constituido el grupo más numeroso de solicitantes de asilo de la UE. El año pasado presentaron 183.035 peticiones, que supuso el 17,5% del total y un aumento de un 1,38% con respecto al 2022. Actualmente, la comunidad siria en Europa asciende a 1,3 millones de personas, y se concentra principalmente en dos países: Alemania, que acoge en torno a un millón; y Austria, con unas 95.000 personas.
ACNUR reclama respetar los derechos de los solicitantes de asilo
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha reconocido que la decisión tomada en Europa es "aceptable" dada la "falta de información fiable" sobre la situación de seguridad y derechos humanos en Siria que permita "evaluar las necesidades de protección internacional de los solicitantes individuales". Sin embargo, advierte que no se puede impedir que las personas puedan presentar las solicitudes de asilo. "Los solicitantes de asilo sirios que están esperando la reanudación de la toma de decisiones sobre sus solicitudes tienen que seguir teniendo todos los mismos derechos que todos los otros solicitantes de asilo, también en términos de condiciones de recepción. Ningún solicitante de asilo tiene que ser devuelto por la fuerza", ha avisado. En este sentido, ACNUR se ha mostrado esperanzada sobre la posibilidad de que muchos de los sirios exiliados puedan volver a su país, pero ha instado a tener paciencia y ha recordado que "todos los retornos tienen que ser voluntarios, dignos y seguros".