El choque entre un avión comercial de Japan Airlines y un avión de la Guardia Costera este martes en el aeropuerto de Haneda de Tokio ha dejado impactado en el mundo. El vuelo hacía la ruta entre la ciudad del norte de Sapporo i Haneda —la más transitada de Japón y uno de los servicios más frecuentes en todo el mundo—, una ruta que la compañía hace 16 veces al día, de ida y vuelta. El Airbus 350 de Japan Airlines (JAL) chocó con un avión Bombardier DHC8-300 de los guardacostas que se encontraba en pista, y la aeronave se tomó en llamas. Los 12 miembros de la tripulación fueron los responsables de la evacuación milagrosa de los 379 pasajes a bordo. En cuestiones de minutos habían conseguido sacar todos los presentes al avión, gracias a su entrenamiento en seguridad y la disciplina de los pasajeros. Finalmente, se consiguió evacuar a los 379 pasajeros y los 12 miembros de la tripulación. Sin embargo, cinco miembros de la tripulación de la Guardia Costera murieron en el accidente, excepto el capitán que consiguió huir.
Evacuación de emergencia
La colisión entre los dos aviones provocó que entraran en llamas obligando a la tripulación del vuelo comercial a evacuar el más rápido posible mientras el fuego ya llegaba a las ventanas, y subía la temperatura de la cabina y todo el avión se llenaba de un humo blanco denso que dificultaba la visión. Según ha explicado la aerolínea, los auxiliares de vuelo siguieron su entrenamiento de seguridad y tardaron entre 10 y 15 minutos en sacar a todos los pasajeros de la nave, incluidos varios niños que estaban llorando. Algunos pasajeros han descrito en redes sociales estos momentos de angustia y explicado como la tripulación los pidió que mantuvieran la calma, se quedaran en el lugar y cubrieran su nariz y boca para no inhalar el humo mientras que abrían las puertas de emergencia.
En algunos casos, se desplegaron las máscaras de oxígeno y algunos pasajeros empezaron a gritar y pedir que los dejaran salir, mientras que otros pedían que se escuchara la tripulación y trasladaban las instrucciones de la misma a aquellos que estaban cerca. Una vez se abrieron las salidas y se desplegó la pasarela de emergencia, los pasajeros pudieron salir y la tripulación les pidió que se alejaran de la nave y en cuestión de media hora se empezó a quemar con fuerza brillante las ventanas y puertas. Estos toboganes de evacuación se hinchan automáticamente cuando se abren las salidas de emergencia.
La evacuación "milagro" se ha atribuido al entrenamiento que ha recibido a la tripulación, pero también a la disciplina de los pasajeros que mantuvieron la calma y obedecieron las órdenes de la tripulación. JAL experimentó una situación parecida el año 1985, cuando una de sus aeronaves en la ruta Toquio-Osaka se estrelló contra una montaña y dejó a 520 víctimas mortales entre sus 524 ocupantes. Un accidente que llevó a la compañía a incrementar la formación de sus empleados. Sin embargo, según los estándares internacionales, todas las personas a bordo del avión tendrían que poder salir en cuestión de 90 segundos bajo condiciones normales.
Investigación abierta
Todavía se desconoce la causa exacta del accidente, pero el avión de Japan Airlines había recibido el permiso para entrar en la pista. Según ha explicado la cadena estatal NHK, el controlador aéreo dio las instrucciones al avión de la Guardia Costera para que se dirigiera a un punto antes de entrar en la pista, mientras que otros informara apuntan que el capitán había recibido permiso para elevarse, y, por lo tanto, se podría tratar de una negligencia profesional. El caso lo está investigando el departamento de Policía Metropolitana de Tokio.
Además, la Junta de Transporte de Seguridad de Japón (JTSB) también está investigando el accidente, junto con agencias de Francia, donde se construyó el avión Airbus, y a Gran Bretaña, donde se fabricaron sus dos motores Rolls-Royce, según han informado en Reuters fuentes próximas. Además, Airbus ha anunciado que también enviaría asesores técnicos para ayudar en la investigación. "Existe una gran posibilidad que haya habido un error humano" ha afirmado el analista de aviación Hiroyuki Kobayashi, expiloto de Japan Airlines. "Los accidentes aéreos rara vez pasan a causa de un solo problema, así que creo que esta vez también hubo dos o tres problemas que llevaron al accidente", ha explicado a Reuters.